El Gobierno anunció la instalación de una aduana sanitaria entre Valparaíso y la Región Metropolitana, con el objetivo de evitar que la alta tasa de contagios de COVID-19 de la capital se propague a la zona vecina.
El alcalde Jorge Sharp reconoció que “es una medida que evidentemente va a ser muy útil”, pero agregó que “llega un poco tarde”.
El jefe comunal sostuvo que la primera vez que le propusieron al Gobierno la implementación de una barrera sanitaria entre ambas regiones fue el 23 de marzo.
Sin embargo, afirmó que todos los alcaldes se pondrán a disposición de las autoridades, ya que “la fragilidad de nuestro sistema de salud es evidente”.
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Para que la medida funcione, pidió que el control “sea continuo, ojalá durante las 24 horas, que sea estricto y que se establezca, y eso no está muy claro, un sistema de salvoconductos”.
Reflexionando sobre por qué la Quinta Región presenta cifras consideradas positivas de contagios, aseguró que se debe a que los jefes comunales reaccionaron desde el comienzo con “medidas muy claras”, como cuarentenas preventivas, cierre de centros comerciales, ordenamiento de ferias libres, y a que la mayoría de la población ha hecho caso al llamado de quedarse en casa.
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