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Las elecciones presidenciales en Ecuador han dejado una sorpresa luego que el candidato Yaku Pérez, de izquierda, ambientalista e indigenista, obtuviera una de las mayorías, disputando pasar a la segunda vuelta contra Andrés Arauz.

Carlos Meléndez, académico de la Universidad Diego Portales, asegura que el candidato rompió el eje que atravesaba toda la discusión púbica, que era el binomio correismo y anticorreismo, planteando el debate desde progresistas contra conservadores.

“De ese modo, los candidatos correistas Arauz y el candidato Lasso, terminaron en el campo conservador, y los candidatos Pérez y Hervas terminaron representando una agenda postmaterial. En el caso de Pérez, simpatizaba con el movimiento indígena”, aseguró Meléndez.

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Así, asegura el académico, se logró debilitar la polarización establecida desde la política ecuatoriana, dando pie a que Pérez surgiera como una alternativa.

“La buena noticia para la izquierda latinoamericana es precisamente la emergencia de Yaku Pérez. Es el candidato indígena de más alta votación histórica de Ecuador. Pero es una izquierda que se distancia de la izquierda bolivariana, que tenía una mochila pesada por ser autoritaria y reaccionaria. Esta es una izquierda post estallido”, señala.

Asimismo, otro hecho que sorprendió tras las elecciones fue la fuerza que volvió a cobrar el partido Izquierda Democrática, cuyos mejores años estuvieron en los ’80. “Los viejos partidos, los viejos dinosaurios, pueden resucitar a veces“.

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