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Daniela Viviani es traductora, pero su inquietud y talento por las letras la llevaron a desarrollar su pluma, lanzando en 2010 los cómics de su historieta Cabralesa, con los que se ganó a los lectores por su gracia y humor.

Con ese impulso, en 2017 presentó su primera novela, Maldita Jefa, y este año regresa con un segundo libro, Luisa 1912, en el que aborda el feminismo en Chile, con sus primeros impulsos a inicios del siglo XX en una sociedad que corrompía los derechos sociales y donde las mujeres eran reducidas a ser esposas obedientes.

Viviani aborda la historia de una joven de clase alta que deja todos los lujos y comodidades que le ofrece su familia para cumplir su sueño y entrar a la universidad. En ese viaje se pone en la piel de un hombre de clase obrera, enfrentando los prejuicios y el machismo de una sociedad que apenas se abría a los cambios del nuevo siglo.

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De la oficina al papel

En entrevista con CNN Magazine, Viviani contó sobre el proceso que la llevó a escribir, después de algún tiempo dedicada a un trabajo que no la satisfacía: comunicaciones corporativas.

“No era muy feliz, la verdad es que estaba bastante frustrada en el trabajo, así que con lo que ganaba empecé a hacer el proyecto de Cabralesa, que es un cómic, y así podía adelantarle derechos al dibujante, que es Diego Zúñiga. Así partió el tema creativo, hasta que me decidí después de varios años a renunciar al tema de oficina, corporativo, y empezar como escritora“, contó.

Sin embargo, reconoció que la escritura no ha resultado ser totalmente lucrativa: “Esto es de muy largo plazo. Yo me proyecto en 10 años para empezar a ver frutos y poder vivir de la escritura, porque ahora no puedo vivir 100% de eso“.

Feminismo en 1912

Para Luisa 1912 la escritora realizó un proceso paralelo de investigación y documentación basado en prensa y revistas de ese año, además de libros especializados. Dicha etapa la realizó por sí mima, para que luego fuera revisada por la historiadora María José Cumplido.

La escritura le tomó seis meses, dos más que para Maldita Jefa. “Esa experiencia la viví yo. Me inspiré en varias malditas jefas y en varios jefes también. Pero como yo viví esas situaciones, me fue mucho más rápido“, explicó.

¿Por qué esa época en concreto? “Debo admitir que son tincadas. Yo quería escribir una historia entre 1910 y 1914, porque sí. Primero empezó como una historia de amor y después dije, ‘no, necesito que la protagonista se quiera a sí misma’. Era más entretenido e interesante ese proceso”, respondió.

Además, “en 1912 no pasan grandes cosas en Chile y eso me permitió concentrarme en la protagonista“.

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“La historia empieza cuando ella cumple 23 años y eso la marca como solterona. Como es una mujer de clase acomodada, eso indica que falló en su propósito de ser buena esposa y buena madre. Entonces está con toda esta crisis, y ¿cómo la alivia? Saliendo disfrazada de hombre pobre y paseando por Santiago, para sentir un poco de libertad“, adelantó sobre su nuevo libro.

Para Viviani, Luisa “representa muy bien a las mujeres de esa época, porque era un feminismo a puertas cerradas. Ni siquiera la palabra se ocupaba mucho, más se mencionaba el sufragismo”.

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