Por Daniel Matamala
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Publicado por CNN
Esta es mi opinión en 360:
No hubo marcha atrás. El directorio de Iansa confirmó el cierre de su planta de Linares, desestimando las peticiones del gobierno que incluso se había ofrecido a rebajarle el impuesto verde para postergar el cierre.
El objetivo del gobierno era  correcto: ayudar a los trabajadores y agricultores afectados. Pero los medios eran los equivocados.

Porque subsidiar bajando un impuesto a Iansa sería socializar las pérdidas de una empresa privada y prolongar la agonía de una fábrica que ya no es viable, porque el precio internacional del azúcar bajó  y el consumo interno también cae mientras los chilenos preferimos productos más saludables.

Iansa ya ha tenido bastantes ayudas con plata de todos. Las bandas de precios hicieron que los chilenos pagáramos 523 millones de dólares en sobreprecios. Una protección que además es contradictoria con el impuesto a las bebidas azucaradas. Mientras por un lado se intenta limitar el consumo de azúcar para frenar la epidemia de obesidad; por el otro se ofrecen subsidios para ese mismo producto.  
Ahora que Iansa cerrará de todas maneras, ese dinero público debe ir a a ayudar directamente a agricultores y trabajadores afectados, con un plan para reconvertir la zona a cultivos intensivos con creciente demanda, como el vino o los berries. Eso es invertir con la mirada puesta en un futuro de alta competencia, no anclada a un pasado proteccionista que -nos guste o no- ya no volverá.
Daniel Matamala
Periodista CNN Chile
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