Por Daniel Matamala
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Hoy, Radio Bío-Bío reveló que el Ejército cerró sin responsables un sumario ordenado por la Contraloría sobre pagos irregulares a militares en el caso FAM. Las irregularidades superan los 3.500 millones de pesos según la Fiscalía.

El Consejo de Defensa del Estado se querelló contra 26 ex militares, pero para el Ejército nadie fue. No hay responsables.

FAM es una más de una madeja de escándalos tan tupida que es casi imposible seguirlos. Y la resolución del Ejército, otra evidencia de la defensa corporativa que prima en las investigaciones de irregularidades en las Fuerzas Armadas y en Carabineros.

“Desde el retorno a la democracia, lesas instituciones se han mandado solas”, confesó la semana pasada en CNN Chile el ex ministro José Miguel Insulza, y la pregunta es si esa realidad va a cambiar o no.

Está claro que aquí no basta con la reforma interna de las propias instituciones. Para romper defensas corporativas, es el poder civil, democrático, el que debe hacer valer el principio de subordinación de las Fuerzas Armadas.

Estas instituciones son demasiado importantes como para que permitamos que sean cooptadas y utilizadas por agendas particulares, y explotadas para beneficios de algunos bolsillos. Las FFAA y Carabineros nos pertenecen a todos los chilenos, y por eso es urgente una reforma que las someta a estándares básicos de transparencia y fiscalización.

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