Un nuevo toque de queda en Francia y un nuevo confinamiento estricto en Alemania son parte de las medidas que se están tomando en Europa ante la llegada de la Navidad y el aumento de contagios de coronavirus producto de la segunda ola.
“En Europa hay una gran desazón, porque especialmente en Europa del norte, la Navidad tiene un contenido mucho mayor. Si es importante acá y todos nos alegramos con la Navidad y es quizás la ocasión familiar más importante… bueno, en Europa es mucho más”, explicó el analista internacional Raúl Sohr en Última Mirada.
Las visitas a los familiares se han visto restringidas en la época más especial del año para las familias. “Esto genera enorme angustia en la población. Hay nietos que no han visto a sus abuelos ya durante seis o siete meses, y Navidad era la gran esperanza de que las familias se iban a poder reunir y tener esa cena tradicional. Bueno, eso en muchos países no va a tener lugar”, indicó el experto.
La situación “tiene efectos muy severos sobre la psicología, el estado de ánimo de la población, en primer lugar sobre los niños y han salido ya algunos estudios psicológicos que demuestran una cierta apatía, incluso retrocesos en el aprendizaje. Y por supuesto, entre los adultos mayores que viven para ver a sus nietos, a sus hijos, el aislamiento ha tenido un efecto también muy severo”, agregó.
Además, advirtió que las “huellas psicológicas muy profundas sin duda se van a manifestar en la política, cosa que ya ocurre”, con manifestaciones en contra de las restricciones por la pandemia.
La situación de descontento es especialmente preocupante ante la llegada de la vacuna. Un gran porcentaje de la población manifiesta no estar disponible para inocularse.
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