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El presidente Sebastián Piñera felicitó al candidato del MAS, Luis Arce, por su triunfo en las elecciones presidenciales de Bolivia.

El lunes, el mandatario sostuvo una conversación telefónica con el ex ministro de Economía y manifestó que está seguro que “trabajaremos con voluntad para avanzar hacia una nueva etapa en nuestra relación bilateral y fortalecer la integración regional“.

Arce, por su parte, respondió que “reencaminaremos las políticas de unidad entre los pueblos de la región para establecer una buena vecindad“.

En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr señaló que él esperaría que “cuando el presidente Arce asuma, normalice las relaciones y tengamos relaciones diplomáticas plenas con intercambio de embajadores”.

El triunfo del MAS podría ser un indicio de lo que suceda en el resto de los países de la región. Sohr explicó que “siempre se ha dicho que Bolivia es un termómetro. Allí donde va Bolivia, tarde o temprano va el resto de Sudamérica, para lo bueno y para lo malo. Y en este caso, el retorno a una democracia plena con un gobierno progresista que ha prometido respetar la constitucionalidad, respetar las normas; que este pueblo haya tenido la madurez, que haya sabido movilizarse y haya salido a luchar por su opción, yo creo que es muy auspicioso y que puede marcar la ruta para el resto de la región”.

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Razones del éxito de Arce

El analista cree que “fue una muy buena elección del MAS el llevar a Arce porque es un hombre de gran prestigio en Bolivia”. Los 12 años que él fue ministro de Morales, dice Sohr, “fueron probablemente los mejores que ha tenido Bolivia en su historia reciente, fue un período de crecimiento”.

A esto se suma un factor étnico importante: junto a Arce, David Choquehuanca asumirá como vicepresidente. Se trata de un “líder indígena de gran prestigio en Bolivia, un hombre muy conocido, muy respetado, un verdadero estadista. Es un hombre muy experimentado y muy moderado”. 

El éxito del MAS, indicó Sohr, fue en gran parte gracias a que supieron “resistir” y “no dividirse cuando fueron expulsados del Gobierno”. 

Ahora, Sohr espera que quienes asuman el poder sean realmente Arce y Choquehuanca, más allá de la influencia que pueda tener el ex presidente Evo Morales, ya que “sería una mofa y sería muy mal recibido por los bolivianos si no se respetara la voluntad popular”.

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