A partir de este viernes se lleva a cabo la reunión del G7, el grupo de potencias mundiales integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
La reunión estará marcada por la decisión ya tomada por esos países de instaurar un impuesto mínimo global de 15% a las empresas multinacionales, medida que debería ser refrenada por los principales líderes en la cita en Reino Unido.
En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr comentó que “una de las grandes críticas que ha existido al orden internacional actual es que no tiene un liderazgo y una de las consecuencias de esto es que muchas veces ciertas empresas se benefician con esta situación de falta de liderazgo”.
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Lo que cambió en esta ocasión es que “a muchos países desarrollados -ni hablar de los subdesarrolados- les ha empezado a apretar el zapato porque han tenido que gastar fortunas para poder sostener a la población durante esta pandemia”.
Desde la perspectiva ciudadana, al experto le parece que “esto es una gran noticia”, ya que “va a fortalecer a los estados en este momento tan crítico”.
La misión de Biden
Por otra parte, la dimensión estratégica para Estados Unidos será intentar asumir un liderazgo que lleve tras de sí a los países del G7 en su pugna contra China.
“Biden tiene un objetivo estratégico en esta reunión. Junto con tratar de reimponer el liderazgo estadounidense sobre las principales economías del mundo, va a tratar de convencer al resto de los participantes a que acompañen a Estados Unidos en su pugna con China. Y este no es un tema fácil porque los europeos tienen intereses muy importantes, especialmente Alemania, en China. Alemania es uno de los principales exportadores, por lo tanto, los alemanes van a tener que pensarlo dos veces”, explicó Sohr.
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