“Lo que estamos viviendo en el mundo es sin precedentes. El mundo se está deteniendo, especialmente el hemisferio norte. Vemos cómo cuidad tras ciudad, capitales, se están confinando y han dejado de tener actividad. Muchas de las empresas automotrices francesas han cerrado sus puertas, las universidades, los colegios como acá. Se está paralizando la vida económica y cultural, social, en el mundo, y todo esto repercute de manera brutal sobre la economía“.
Así describió el analista internacional Raúl Sohr el panorama económico mundial a raíz de la pandemia del coronavirus. Este lunes, sin ir más lejos, la bolsa de Estados Unidos sufrió una caída de más del 7% y el presidente Donald Trump admitió que el hemisferio norte podría entrar en recesión.
Un día antes, el domingo, la Reserva Federal de EE.UU. tomó medidas sin precedentes y recortó su tasa de interés para llevarla a un nuevo mínimo de 0-0.25% para paliar los efectos del coronavirus. “Pese a ello, la mayoría de los agentes económicos no tienen confianza, porque si hay algo que los mercados y las personas no toleran o toleran muy mal, es la incertidumbre, y lo que tenemos acá es una incertidumbre mayúscula. Nadie sabe dónde va a ir a parar esto”.
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Medidas
Sohr explicó que “los primeros en enfrentar la situación fueron los chinos y los chinos tomaron una medida muy drástica y dijeron ‘al diablo con la economía, lo que aquí importa es frenar esto’, y tomaron medidas draconiana: encerraron al grueso del país, estuvo la mayoría de China casi un mes encerrados”.
“El aislamiento o el distanciamiento social es absolutamente clave, y acá hay una diferencia. Los chinos cuando dicen cuarentena, son mucho más serios que occidente“, afirmó, y sostuvo que en China las autoridades designan un hotel para quienes van llegando al país, el que debe ser costeado por las mismas personas durante un plazo de 14 días.
Finalmente, indicó que “el Estado debe garantizar la salud y eso va a llevar a un debate mundial sobre qué tipo de salud tienen los países”.
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