Se llama Foro por la Democracia y es una nueva instancia para agrupar a la centroderecha latinoamericana: 43 organizaciones, entre partidos políticos y centros de estudios. Un momento propicio, considerando que la izquierda de la región está seriamente dañada por su apoyo o por su tibia reacción ante la tragedia desatada por Nicolás Maduro. Por eso es también lógico que entre los invitados estén disidentes de las dictaduras cubana y venezolana.
“El populismo, los extremismos, también son una amenaza para Latinoamérica. Por lo tanto, creemos que el día de hoy es una jornada fundamental para poder avanzar en una serie de compromisos para defender la democracia, para defender los derechos humanos “, dijo el presidente de Evópoli, Hernán Larraín.
Se habla de una nueva derecha, lejana a su pasado apoyo a dictadores, y comprometida con la democracia.
Pero ese discurso pierde valor cuando la atención en Santiago se centra en la llegada de los Bolsonaro. Jair, presidente de Brasil, y su hijo, el diputado Eduardo, que fue ovacionado en este foro. Cómo hablar de libertad, solidaridad y espíritu democrático, derechos humanos, elementos importantes en esta cumbre, y al mismo tiempo levantar a estas figuras.
De Jair sabemos que dijo que Pinochet debió matar más gente, que homenajea a torturadores y que se burla de los familiares de detenidos desaparecidos con un cartel que decía “el que busca huesos es perro”, además de sus declaraciones violentas contra mujeres, homosexuales y personas de raza negra.
Su hijo Eduardo es líder para América Latina de El Movimiento, el grupo extremista liderado por Steve Bannon, ideólogo de las fake news y del supremacismo blanco, que lideró la campaña de Trump.
Si el Foro de Santiago realmente quiere consolidar una derecha latinoamericana comprometida con los valores de la democracia y los derechos humanos, esa es una gran noticia pare este continente. Lamentablemente, esta atracción fatal por los Bolsonaro, que representan lo opuesto a esos valores, hace difícil tomarse esas declaraciones en serio.
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