Por Carolina Urrejola
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“Si todos los sectores de la oposición no son capaces de ponerse de acuerdo en un candidato para derrotar a la comunista Irací Hassler, no creo que ganemos la presidencial el 2025”. Así de categórico habría sido Pablo Longueira en un mensaje al WhatsApp de dirigentes de Chile Vamos por el municipio de Santiago.

Tan evidente resulta que la oposición ponga un nombre fuerte a competirle a la alcaldesa, que resulta incomprensible que se haya llegado tan lejos con las confusiones y la ambigüedad en el municipio más simbólico.

El ex candidato presidencial Sebastián Sichel se anunciaría este fin de semana como candidato de unidad, pero desde Renovación Nacional sorprendieron anunciando al ex precandidato, diputado y Ministro Mario Desbordes como carta para la comuna capital. Algo que pudo resolverse antes de la inscripción de primarias, por la vía de la negociación política, de las encuestas o de una primaria, termina descontrolándose y dejando en evidencia que en la derecha la unidad está más lejos que nunca.

Peligros políticamente, si consideramos que su figura presidencial ya comenzó el trabajo de campaña para apoyar a los candidatos. Evelyn Matthei estuvo sacándose fotos con los aspirantes y ha trascendido que al enterarse del desorden de nombres en Santiago, anunció que tomaría distancia.

Mientras tanto, Irací Hassler aprovecha la ventaja evidente que la torpeza opositora provoca, intensificando su trabajo en terreno y peinando la comuna, como se dice en campaña.

“Esa noche habrá un solo balcón de victoria. El de la Plaza de Armas. Desde ahí se creará la sensación de triunfo para la presidencial”, agregaba Longueira en su mensaje. De nada sirven los esfuerzos de los equipos negociadores de Chile Vamos en todos los municipios del país si este descuido produce un eventual resultado adverso que puede tener profundas repercusiones.

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