Los aluviones en el norte o los tornados en el centro sur ocurridos en los últimos años son sólo algunas de las consecuencias del calentamiento global en nuestro país.
Estos fenómenos han sido analizado a fondo por Eduardo Sáez y Alejandro Sepúlveda. El primero es meteórologo y presentador de El Tiempo en Chilevisión; el segundo es editor periodístico del mismo programa. Trabajan hace 15 años juntos y a mediados de la década, por encargo de la ONU, hicieron un ejercicio de proyección del calentamiento global.
“Estábamos en diciembre de 2015 y nos pidieron que hiciéramos un juego. Teníamos que presentar el pronóstico de la misma fecha, pero del año 2050”, contó Sepúlveda.
En ese tiempo, ambos estaban en TVN y fue Sáez el encargado de hacer las proyecciones y hoy, con la perspectiva, el resultado le sorprende: “analizamos estudios e hicimos proyecciones, nos demoramos más de un mes en eso. El problema es que lo que proyectamos para 2050, sucedió en 2019”.
El ejercicio fue presentado por Iván Torres y pronosticaban lluvias y tormentas en el norte, riesgo de tornado con mucho calor en el sur y temperaturas por sobre los 35°C en la zona austral del país.
Sepúlveda cuenta que en aquella ocasión hicieron un llamado ficticio: “atentos con el corte de agua y de la electricidad, el suministro se dará entre tal y tal hora en Santiago”. A la luz del avance de la crisis climática y el problema de la sequía en Chile, ambos creen haber sido visionarios.
Cambios que marcaron una década
Aunque en general sus pronósticos se cumplen, Sáez y Sepúlveda no dejan de sorprenderse de la voracidad que tienen las catástrofes naturales.
“Hemos visto fenómenos como los aluviones en el norte o un sistema frontal tan intenso que barrió las playas de Valparaíso, dejándolas sin arena por mucho tiempo. O una cantidad increíble de trombas, y por primera vez un tornado propiamente tal”, dice el conductor de El Tiempo.
El editor del mismo espacio, en tanto, hizo hincapié en los incendios forestales: “en 2017 se consumieron 500 mil hectáreas en medio de una ola de calor espantosa que afectó a la zona centro sur del país; además se batió un récord de temperatura: 44,9 grados en Quillón”.
Alejandro Sepúlveda, en cambio, atribuye de manera más directa la responsabilidad a los hombres y a “la mala distribución que tiene el recurso del agua en nuestro país, faltan políticas públicas respecto al código de agua, donde los más grandes están apropiados del recurso. Chile es el único país donde el agua es un bien privado. Hemos utilizado mal el recurso y hemos pecado pensando que era infinito”.
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