“Necesitamos una Constitución que ponga en el centro la vida digna de las personas y la protección de la naturaleza. Contemplar una perspectiva que mire no solamente una perspectiva de género, sino que mire a los distintos grupos de mayor vulnerabilidad dentro de la sociedad. Y entre ellos, por supuesto, las diversidades sexuales”.
Esta y otras propuestas son las que plantea Vanessa Hoppe, candidata a constituyente por el distrito 21 en la lista Apruebo Dignidad. Es abogada voluntaria y directora de vinculación territorial en ABOFEM Biobío, ha ejercido en el área de derecho civil indígena y contribuido en la formación de personas en materia constitucional, mediante talleres gratuitos y abiertos a la comunidad.
En conversación con CNN Chile, Hoppe abordó el actual carácter del Estado, el cual “no se hace cargo de garantizar ningún derecho social en general”. Por tanto, indicó la necesidad de “cambiar la figura por un Estado que sea agente y promotor de derechos. En definitiva, que sí se haga cargo del derecho de las personas”.
También apuntó al “despilfarro de recursos” en el Congreso con la existencia de dos cámaras, aludiendo a la idea de establecer un parlamento unicameral que además permitiría mayor celeridad en la tramitación de leyes en temas fundamentales como el aborto, por ejemplo.
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Respecto a este último punto, la abogada indicó que mediante esta nueva Carta Magna se podría establecer el “reconocimiento de derechos sociales con perspectiva de género”, lo que a su vez “llevaría a reconocer, dentro de los derechos a la salud, los derechos sexuales y reproductivos”. Así, dijo, podría constatarse el derecho a la autonomía del propio cuerpo, lo que sería una “ventanita que nos llevaría a seguir discutiendo temáticas como el aborto”.
Y finalmente, hizo énfasis en la reestructuración de las Fuerzas Armadas, que “deben ser intervenidas y sacarse su regulación de la Constitución”. También, “darles un vuelco hacia un enfoque de derechos” desde una visión entregada en la formación de los uniformados, y “un servicio militar voluntario“.
Participación ciudadana
“Hay que entender que estamos en un proceso donde precisamente podemos generar un cambio dentro de la sociedad, y ese cambio no se va a dar necesariamente con la consagración de un principio general o de derechos determinados. Sin embargo, estamos apostando a que los cambios que queremos plasmar en esta nueva Carta Fundamental, van a permitirnos ir construyendo dentro de este proceso una sociedad más justa, que dé cabida a todas las diversidades de personas que conforman la sociedad“.
Para ello, Hoppe apuntó a ejes principales. El primero de ellos tiene relación con un Estado Plurinacional, seguido de “una democracia directa, paritaria y descentralizada, que nos permita recuperar el timón del barco, recuperar mecanismos que digan relación con el ejercicio de una ciudadanía activa y con una democracia que supere del concepto de la democracia representativa“.
Es decir, según explicó la candidata, plasmar una democracia “que no solamente se baste con el hecho de elegir a las autoridades periódicamente. Lo que queremos es que se nos consulte y puedan existir mecanismos de referéndum hacia la ciudadanía, donde se hagan plebiscitos o que existan instancias donde las personas puedan proponer proyectos de ley, por ejemplo”.
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“No existe una fórmula precisa para dar un resultado. Lo que nosotros entendemos es que aquí, con este cambio completo donde le entreguemos mayores herramientas a la ciudadanía y podamos construir una sociedad más justa, vamos a poder estas contribuyendo a la creación de una sociedad que reconozca sus diversidades“, argumentó.
Estado Plurinacional
Dentro de la construcción de una ciudadanía que reconozca sus diversidades, Hoppe también abordó el Estado Plurinacional, un concepto que ha sido planteado en diversas ocasiones de cara a la redacción de la nueva Constitución.
Según la abogada, esto “ayuda a la construcción de una sociedad más justa que estaría reconociendo a los pueblos originarios, pero también estaría entregando herramientas de autonomía política, territorial, multicultural”. Esto de la mano de “mecanismos de descentralización, que apuntan a que las decisiones puedan ser tomadas conociendo la realidad territorios por los mismos territorios”.
Hoppe lo ejemplificó con lo que ocurre en la macrozona sur y que ella ha observado de cerca, ya que desde hace años se radicó en Cañete, Región del Biobío. Por eso, y según su percepción, “resulta inconcebible que lo único que se le ocurre al gobierno cuando ocurren hechos de violencia, es reprimir y mandar aparataje militar”.
“La violencia solo genera más violencia, y la represión lo único que ha hecho es agudizar un conflicto que es del Estado. El mal llamado conflicto mapuche es un conflicto del Estado, que no se ha hecho cargo por muchos años de cuestiones que tienen en su raíz profundas injusticias cometidas hacia un pueblo o nación que lo único que intenta es resistir en su cosmovisión, y que ha sido invadida por forestales”, concluyó.
“La represión no es una medida que haya conseguido resultados, por tanto parece absurdo insistir en algo que nos está costando tantos recursos, cuando esos recursos podrían destinarse a invertir en derechos sociales o en las necesidades de un territorio”, añadió Hoppe.
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La candidata constituyente además hizo hincapié en los denominados “actos terroristas”, explicando que actualmente tenemos en la Constitución regulado el terrorismo (…), lo que hace que hoy por hoy, una acusación de terrorista a una persona, le cueste su libertad en lo que debería ser una prisión preventiva y que se transforme en penas anticipadas. Esto también es algo que debe pensarse y que no debe estar en una futura Constitución”.
“Chile es el único país del mundo que entiende como delitos terroristas, atentados contra bienes, contra cosas, contra inmuebles y no contra personas”, agregó. Y esto, según dijo, “hoy solamente se aplica a casos mapuche o supuestos ataques de grupos anarquistas. Pero la ley antiterrorista nunca ha sido aplicada, por ejemplo, contra grupos de extrema derecha que han sido encontrados con armamento de alto calibre”.
Ecoconstitución
Finalmente, y dentro de los conceptos más llamativos dentro de sus propuestas, la candidata por el D21 explicó a qué se refiere con la idea de plasmar una “ecoconstitución” y que se relaciona con “el concepto del buen vivir que se maneja dentro de la nación mapuche (…). En general los pueblos originarios nos enseñan de esta relación con la naturaleza que es esencial para la vida de las personas”.
Para este cambio que apunta al Estado y la democracia, “tiene que reflejarse en un modelo económico que sea sustentable. Y esto significa que el modelo económico esté en función de la naturaleza y la vida digna de las personas, y no al revés“.
Todo esto de la mano con el reconocimiento de una serie de derechos asociados, como lo es el “derecho a vivir en un medioambiente sano, entendiendo que este es aquel donde los equilibrios biológicos de la naturaleza se mantienen de manera tal que todos los seres pueden vivir y tienen posibilidades de consumo de lo que necesitan para vivir, como el agua”.
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En cuanto a este recurso natural, Hoppe enfatizó en la necesidad de “recuperar el agua, nacionalizar los recursos naturales, reconocer a los animales como seres sintientes y una Defensoría Ambiental. La creación de un órgano autónomo de los demás poderes del Estado, que fiscalice que estos derechos se respeten y que se logren en el tiempo prácticas que sean más amigables con el medioambiente”.
Para ello, la candidata señaló que “se podría pensar en leyes que no sean a perpetuidad, que tuviesen un tiempo quizás de caducidad”, aludiendo al Código de Aguas, ya que “la idea es que los cursos de agua se recuperen para la vida de las personas y la subsistencia de los ecosistemas”.
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