{"multiple":false,"video":[]}

Perdón. Pedirlo requiere de coraje y a veces puede llegar a ser tardío. Hoy en Punta Peuco, 10 de los 120 presos pidieron perdón por los crímenes que cometieron en la dictadura.
Algunos ya habían colaborado con la justicia y se habían arrepentido, otros no.

Conocimos 4 cartas. Cuesta entender cómo pudieron creer que matar, torturar o ayudar a hacerlo era aportar al bien superior de la Patria. Hay líneas que aún sin quererlo resultan  poco afortunadas en el contexto que crímenes que incluyeron lanzar al mar los cuerpos de las víctimas. Como cuando uno dice que “Dios sabrá perdonar mis pecados depositándolos en el fondo del océano” U otro que pide perdón por lo causado en  el ejercicio de funciones de seguridad pública. No. No era seguridad pública, era una política de represión y exterminio.

Pero lo más importante es que para que esta petición de perdón sea un paso, tiene que venir acompañada de reparar al menos en parte el daño. Y eso sólo se hace entregando toda la información sobre su casos y sobre otros. Se lo deben al país y a las víctimas. Porque sólo 148 de los 1193 detenidos desaparecidos han sido ubicados.

Porque cada día muchos aún se despiertan preguntando ¿donde está? Donde está mi padre, mi mamá, donde está mi hermano, mi hija. ¿Dónde están?

Tags:

Deja tu comentario