{"multiple":false,"video":[]}

Fue una de las promesas de campaña más publicitadas de la actual Presidenta: construir 20 nuevos hospitales.

Pero hoy la vocera sinceró otra versión: que los 20 hospitales estarán construidos, pero sólo 10 de ellos estarán recepcionados, inaugurados y funcionando. 

Es evidente que construir un hospital no es sólo hacer una obra física, sino también toda la difícil tarea de habilitar equipos, profesionales y métodos de trabajo para poder atender a sus pacientes.

Dar por cumplido un compromiso cuando la mitad de los hospitales prometidos no estarán funcionando es, por lo menos, aplicar letra chica. Algo que el actual oficialismo criticó duramente al gobierno anterior. 

Lo cierto es que los 20 hospitales fueron una promesa ambiciosa, en la cual además el gobierno se puso las cosas más difíciles al renunciar al sistema de concesiones y depender sólo de ehecución y presupuesto estatal.

Y no alcanzó. Porque la burocracia estatal es pesada, porque la reforma tributaria se desdibujó, porque el precio del cobre se deplomó  y porque el crecimiento de la economía se hizo cada vez más lento.

Razones puede haber muchas, pero lo más sano es que el gobierno las sincere en vez de recurrir a la letra chica, y que sean los ciudadanos, que confiaron en este gobierno y en su programa, los que definan si se dan o no por satisfechos con esas explicaciones. 

Tags:

Deja tu comentario