La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó este miércoles el Informe de Endeudamiento 2023, cuyo objetivo es generar una radiografía del endeudamiento de las personas naturales en Chile.

En su décima versión, el análisis se centró en deudores bancarios e incorporó los compromisos de las personas con entidades no bancarias, considerando considerando emisores de tarjetas no bancarias (ETNB), cooperativas de ahorro y crédito (CAC) y mutuarias fiscalizadas por la CMF.

La metodología del informe tuvo en cuenta tres dimensiones de endeudamiento: nivel de deuda, carga financiera y apalancamiento, es decir, el número de ingresos mensuales que un deudor tendría que destinar para saldar sus obligaciones financieras por completo.

Principales resultados

A junio de 2023, aproximadamente uno de cada cinco de los deudores exhibía una alta carga financiera, correspondiente a aquellos que mantienen una carga financiera superior al 50% de su ingreso mensual. Dicha cifra es menor a la observada a igual fecha del año anterior.

Por su parte, cerca de uno de cada cuatro de los deudores presentaban una carga financiera mayor al 40% de su ingreso mensual.

También en junio, el nivel de deuda representativa de los deudores bancarios fue de $2,2 millones, mientras que los indicadores de carga financiera y apalancamiento fueron de 16,1 % y 2,8 veces el ingreso mensual, respectivamente.

En línea con lo anterior, alrededor de 382 mil deudores bancarios registran atrasos u obligaciones impagas de uno o más días, lo que representa un 7,1% del total de los deudores.

Cabe destacar que el informe tiene una cobertura equivalente al 86% de las obligaciones de los hogares en Chile.

Pero ¿qué habría impulsado a la baja los indicadores de endeudamiento? El análisis apunta a que el aumento en las tasas de interés sumado al incremento de las remuneraciones reales -producto de menor inflación y mayor salario mínimo- habrían desincentivado la toma de nuevos créditos.

Niveles de deuda

De acuerdo con el informe, el segmento entre 40 y 45 años exhibe el mayor nivel de deuda ($6,3 millones), mostrando una alta correlación con decisiones de compra de vivienda.

Adicionalmente, la deuda representativa crece con el ingreso de la población: los deudores con rentas sobre $1,2 millones acumulan 73,3% de la deuda, mientras su participación sobre el total de deudores es de 30,4%.

Un 97,2% de los deudores en la muestra tiene algún tipo de deuda de consumo. De ellos, 47,6% mantiene deuda en tarjetas de crédito bancarias, 9,3% en emisores de tarjetas no bancarias y 64,8% en tarjetas de sociedades de apoyo al giro bancario.

El desglose por género da cuenta que los hombres presentan una mayor participación en el número de deudores (49,3%) respecto de las mujeres (46,8%)1. No obstante, el monto de la deuda de las mujeres ($1,7 millones) es prácticamente la mitad que la de los hombres ($3,3 millones).

Desafíos

Monitorear el endeudamiento de las personas es relevante para el regulador y supervisor financiero, señala la CMF. Teniendo en cuenta que “la situación de ajuste económico y alta inflación que ha estado enfrentando el país, junto a un mercado laboral debilitado, podría afectar la capacidad de pago de los agentes para hacer frente a sus compromisos financieros”.

“Si bien un mayor y mejor acceso al crédito permite a las personas absorber descalces temporales entre ingresos y gastos, e incrementar por esta vía su bienestar, un alto nivel de endeudamiento puede afectar la capacidad para cumplir con sus compromisos financieros y hacerlos más vulnerables a las coyunturas”.

Todo ello podría “generar impactos negativos sobre las personas y sobre la estabilidad del sistema financiero”.

En esa línea, el Informe de Endeudamiento destacó la importancia de contar con un registro consolidado de deudas para lograr mediciones más precisas de la distribución de los niveles de endeudamiento de los hogares, lo que permitiría controlar de mejorar manera el sobreendeudamiento. 

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