Luego de varios días de incertidumbre, la accidentada final de la Copa Libertadores ya tiene fecha y lugar: el Santiago Bernabéu albergará el partido más importante en la historia del fútbol argentino.

Hay varios hinchas disconformes, y no solamente fanáticos trasandinos, sino que también seguidores del fútbol que ven cómo -a su juicio- se perdió la esencia del máximo torneo de clubes de Sudamérica, empezando por su nombre.


La contradicción para muchos fue evidente.

En España lo reciben con orgullo. A través de un comunicado, la federación de fútbol de ese país expresó que “sin duda estamos preparados”.

“Es una gran noticia que hayamos recibido la confianza para acoger la celebración de este histórico partido y haremos todos los esfuerzos que están a nuestro alcance para ofrecer tanto a Conmebol como a un país hermano como es Argentina unas condiciones óptimas para que disfruten de uno de los mejores países del mundo”, sostienen.

Finalmente la gran definición del River-Boca quedó fijada para el domingo 9 de diciembre.

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