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Este viernes fue presentado en Universidad Católica, Nicolás Castillo, tras estar por varios meses en una larga inactividad y sin club, producto de los efectos de una trombosis que puso en riesgo su vida y su carrera.

Ya con 30 años, el delantero viene a reforzar la punta de Católica y aseguró que su propósito es sacar campeón a los cruzados: “Católica es todo para mí. Es donde mejor me siento y donde más feliz soy. Estoy muy contento de estar contratado y con el propósito de ser campeón. Desde el día uno tenemos esa mentalidad”.

Al ser consultado sobre cómo vivió los momentos más complejos de la trombosis que lo tuvo alejado de la cancha, Castillo se emocionó hasta las lágrimas y se mostró agradecido por el momento que está pasando actualmente.

“Mi abuelo es en el que siempre pienso en estos momentos, mi hijo, que me quiere ver jugar, mi familia. La gente que estuvo en el momento más feo de mi vida, ellos son los que me empujaron a esto“, explicó.

“Hoy estoy agradecido por la oportunidad de estar nuevamente en una cancha y de estar vivo. Mi hijo es la persona más importante en todo esto porque no me vio jugar nunca y vio los momentos más difíciles e inconscientemente estuvo tirándome para arriba”, cerró.

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