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Para celebrar su cumpleaños número 29, Katie Malone se ató a una paracaídas para hacer paravelismo en Puerto Vallarta, México, el 9 de junio y se preparó para una aventura muy por encima del agua.

Los primeros minutos estuvieron bien. Pero en algún punto del viaje, Malone vio que el bote, que supuestamente estaba arrastrándola, iba por un lado y ella estaba volando en dirección opuesta, acercándose a la tierra. La línea que los conectaba se había roto, se dio cuenta.

Su aterrador vuelo terminó cuando Malone aterrizó de emergencia unos 45 minutos más tarde en un aeropuerto a unos 3,2 kilómetros de distancia, dijo su hermano Brendan Malone a CNN el jueves.

El choque la dejó con la pelvis rota, cuatro costillas rotas, un pulmón colapsado y un golpe en el lado izquierdo de la cara, dijo.

Pero su hermana está viva.

Después de 18 días en un hospital mexicano, Malone regresó a EE.UU. el martes para recibir más tratamiento en el Centro Médico UCSD en San Diego. Hasta el momento ha tenido tres cirugías, y ella permanece en el hospital y lo está haciendo bien, dijo la familia.

“Estamos subiendo, subiendo y ella esta tan fuerte y tan bien”, dijo Brendan Malone.

‘Ella es muy afortunada de estar viva’

A pesar de las lesiones, el accidente pudo haber sido peor para Malone. En un momento, estuvo a punto de golpear uno de los balcones del complejo, pues pasó tan cerca que podía oír a la gente gritar.

Después de que la línea que la conectaba con el barco se rompió, ella comenzó a viajar por la línea de la costa. Según experiencias previas de paracaidismo, sabía usar sus pies como ancla, así que agarró la cuerda con sus pies, puso sus manos en el aire y manejó la paracaídas lo mejor que pudo con sus pies, dijo su hermano.

“Rezaba todo el tiempo por su seguridad. Estaba preocupada sobre todo por romperse los brazos y las piernas”, dijo Brendan Malone.

Ella se desmayó a unos 20 minutos del viaje.

Incluso después del aterrizaje forzoso de Malone, hubo más problemas. Su hermano dijo que había un cocodrilo cerca de donde había aterrizado, y que los socorristas tuvieron que espantar a la bestia para alcanzarla. Cuando la familia le contó a ella sobre el cocodrilo, Malone dice que “se rió y pensó que era gracioso”.

Su familia más tarde vio un video del terrorífico vuelo que filmó uno de sus amigos.

“Me caí al verlo”, dijo la madre de Malone, Sidona, a la cadena hermana de CNN, HLN. “Fue genial ver que superó eso. Tiene mucha suerte de estar viva y estamos realmente agradecidos por eso”.

El representante estadounidense Duncan D. Hunter y su padre, el excongresista estadounidense Duncan L. Hunter, ayudaron a facilitar el regreso de Malone a Estados Unidos.

Brendan Malone dijo que su hermana estuvo “de buen humor” durante su estadía en el hospital mexicano.

“Fue increíble. Durante su estadía, los médicos y las enfermeras le preguntaban constantemente cuál era su nivel de dolor, y ella decía que tenían entre 8 y 10”, dijo.

“Cuando estuvo lista para subirse a la ambulancia (para comenzar su viaje de regreso a EE.UU.), los doctores y las enfermeras le preguntaron sobre su nivel de dolor y dijo que no sentía ningún dolor en absoluto”.

Según Brendan Malone, la familia recibió ofertas de ayuda en términos de posibles acciones legales contra la empresa de paracaidismo.

 

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