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Tras dos meses sin carreras productos de la pandemia por el coronavirus, la hípica chilena volvió parcialmente a las pistas el mes pasado en Valparaíso.
Sin embargo, el “deporte de los reyes” aún lo logra retomar su rumbo y abrir las apuestas debido a la propagación del COVID-19 en el país.
De esa forma, desde el sector aseguran que viven “la peor crisis de su historia” y que la inactividad física de los caballos ha causado que algunos se enfermen, lo que podría terminar en el sacrificio de los animales.
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En una carta al diario El Mercurio, representantes de la hípica ruegan retomar las pistas, advirtiendo que la fuente de ingresos de 30 mil personas “pende de un hilo”.
“La hípica no solicita medidas especiales, ni subsidios ni bonos. Sólo pedimos que se nos deje correr bajo estrictas medidas sanitarias (…), de lo contrario, la pandemia acabará con la hípica y las miles de personas que dependen de ella”, puntualizan en la misiva.
Según enfatizan, los dueños de los caballos han manifestado que ya no pueden costear la mantención de sus animales, lo que implica que el preparador no tenga ingresos ni para alimentarlos, ni para pagarle a sus trabajadores.
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