Brasil se consagró campeón invicto en su torneo, solo recibiendo un gol en contra en seis partidos jugados. Dani Alves fue elegido el mejor jugador del torneo, Everton se quedó con el trofeo a goleador de la Copa y, además, se llevaron el premio al equipo Fair Play o Juego Limpio.

Todo parecería perfecto para el Scratch, sin embargo los descargos de Tite demostraron que no todo era miel sobre hojuelas. Esto, porque el técnico no estuvo de acuerdo con las decisiones del árbitro chileno Roberto Tobar y no perdió oportunidad criticarlo.

“El árbitro estuvo tremendamente presionado y cobró un penal que no fue, nos dejó con un jugador menos”, se descargó el DT post partido. La expulsión tiene relación con Gabriel Jesús que se llevó segunda amarilla tras una falta en contra de Carlos Zambrano a los 75′ de partido.

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“Creo que el arbitraje fue nefasto, cometió graves errores que no pueden acontecer. Tuvimos que reorganizarnos defensivamente y ellos nos pudieron empatar”, agregó.

Las palabras de Tite, que está a cargo de la Verdeamarela desde el 2016 tras reemplazar Dunga, vienen a ser la gota que rebalsó el vaso en relación al cuestionado desempeño que tuvieron los árbitros y el VAR durante la copa.

Recordemos que Messi y gran parte de los seleccionados trasandinos también reclamaron contra los cobros arbitrales, aduciendo que se estaba favoreciendo a los locales. Es decir, las declaraciones en contra de los jueces vienen de todas las partes.

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El técnico brasilero, también, aprovechó la oportunidad para referirse al cruce entre Lionel Messi y Gary Medel en la definición por el tercer lugar: “Creo que él (Messi) no merecía ser expulsado ante Chile, fue injusto. El que sí lo merecía era Medel. El arbitraje vive estas situaciones y hay que mantener la calma”, sentenció.

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