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Los locales se impusieron sin problemas ante España.

Brasil que se encontró llena de manifestaciones contra el Gobierno de turno, dentro de la cancha el Scratch se llevó todos los laureles, puesto que fue superior a todos sus rivales, más aún en la final que goleó a España con un planteamiento pulcro y perfecto al momento de finiquitar las acciones.

El Estadio Maracaná fue el centro que le dio vida al carnaval brasilero, y el encargado de abrir la orquesta fue Fred, quien anotó temprano en el marcador, luego de una jugada de un par de rebotes tras la ofensiva de la “Verde Amarelha”. En 2 minutos los locales se pusieron en  ventaja con un remate desde el suelo del mencionado Fred.

Antes del final de la primera etapa Neymar se puso en el marcador, puesto que corrían 44 minutos de la etapa inicial y por la izquierda el ariete brasilero remató dejando sin opciones a Iker Casillas, quien solo pudo ir a buscar la pelota al fondo de la red, indicando que la primera etapa terminó 2-0 para los anfitriones.

Los españoles parecían no despertar luego de los embates de Brasil, y así los dirigidos por Luiz Felipe Scolari siguieron dominando temprano en el amanecer de la segunda etapa. Cuando corrían 46 minutos nuevamente Fred golpeó la mesa para el “Scratch” un 3-0 lapidario cuando se quemaron los primeros minutos del complemento.

Para los europeos el descuento estuvo en los pies de Sergio Ramos, quien desvió el remate en 56 minutos, dejando escapar así una acción que los hubiese acercado a la disputa de la Copa.

Con esta nueva corona en la Copa  Confederaciones Brasil se coronó tetracampeón del certamen  emulando los trofeos de 1997, 2005, 2009 y 2013.

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