Los alemanes fueron superiores ante un cuadro barcelonista que no tuvo dentro de la cancha a Lionel Messi.
La tarea no era nada fácil, los de Münich están en racha, además de un muy buen juego colectivo, prueba de esto fue el 4-0 que le propinaron al cuadro “culé” en Alemania.
La historia se comenzó a escribir a los 48 minutos, cuando Arjen Robben reafirmó un marcador que se veía cada vez más imposible. Todo se alargó cuando a los 73 minutos Gerard Piqué convirtió en su propio arco, hasta ahí lo imposible se posaba sobre los hombros barcelonistas.
La guinda de la tora llegó a los 76 minutos con un muy buen gol Thomas Müller, el que puso la lápida para el Barcelona. De esta forma la final de la Champions League será alemana, puesto que el Bayern Münich se deberá enfrentar contra el Borussia Dortmund el 25 de mayo en Wembley, en Inglaterra
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