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Se matriculó con dos genialidades, tanto para darle la ventaja a su equipo, como para comprometerse.
En el fútbol hay distintos tipos de festejos, algunos deciden sacarse la camiseta, otros corren hacia la hinchada, o simplemente se dedican a gritar con euforia.
Sin embargo este jugador corrió hasta las graderías luego de marcar un gol, para así arrodillarse y pedir matrimonio, lo que fue retribuido con un beso por su pareja.
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