El nuevo documental Antares de la Luz: La secta del fin del mundo tuvo estreno mundial en Netflix el jueves 25 de abril.

La producción retrata detalles del caso conocido a través del mismo nombre sobre una secta religiosa catastrofista asentada en Colliguay a fines de 2012.

Un grupo de individuos, comandados “espiritualmente” por Ramón Castillo Gaete, fueron cómplices del asesinato de un recién nacido arrojándolo al fuego.

El motivo declarado por los implicados fue salvar al mundo de un supuesto apocalipsis y obedecer a Castillo, quien, además de liderar el culto, era padre del menor.

A poco más de un día del estreno, la producción ya está siendo noticia en el extranjero.

Es el caso del medio inglés Daily Mail, que, en una nota digital, llegó a calificar el caso como “escalofriante” y “desgarrador”.

“Un nuevo y escalofriante documental de Netflix desvela los espeluznantes detalles de un hombre chileno que convenció a una mujer para que le dejara quemar vivo a su bebé recién nacido porque creía que era el Anticristo”, comienza relatando.

“La película, de 87 minutos de duración, incluye entrevistas con Pablo y Natalia (miembros de la secta), así como con agentes de policía y periodistas que trabajaron estrechamente en el desgarrador caso; y explora cómo los individuos permitieron que Antares dictara completamente sus vidas”, añadió.

Director: “Hay que ser muy delicados al hablar con ellos”

Santiago Correa, director de la producción audiovisual, habló acerca del proceso creativo tras en una reciente entrevista con el medio Soy Chile.

Explicó que su fin es mostrar el caso desde distintas perspectivas.

“La idea no era mostrar un documental simplemente como un true crime, como le dicen los gringos, sino también empezar a indagar en otros géneros, como el sectario”, explicó el cineasta.

De esta forma, además de entrevistar a detectives, psiquiatras y fiscales, se sumergió en conversaciones con familiares y seguidores de Antares, incluyendo a Pablo Undurraga, uno de los más devotos seguidores del líder sectario.

El proceso comenzó con una intensa conversación de cuatro horas con Jaime Undurraga, padre de Pablo, autor del libro Mi hijo atrapado por una secta (2014), mismo que  proporcionó valiosa información para la investigación.

Posteriormente, Correa estableció contacto con su hijo, quien, después de entender que era buscado a través de su padre, accedió a varias conversaciones por Zoom y finalmente aceptó dar una entrevista.

También conversó con otros seguidores, incluida Natalia Guerra, en un proceso que describió como “muy, muy delicado”, pues “después de una secta, uno tiene que tener un margen de tiempo de volver a reconectarse con la tierra (…) Hay que ser muy delicados al hablar con ellos, no puedes presionarlos“.

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