TEXTO POR PATRICIO PÉREZ O. | FOTOGRAFÍAS POR PAULA AGUILERA C.
Desde las intensas batallas de freestyle que lo vieron surgir en plazas de Córdoba, el argentino Paulo Londra, al igual que varios colegas del mundo del trap, se ha desmarcado de su generación al aprender desde chico la capacidad de llamar la atención con sus propias capacidad.
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Una rima potente, un micrófono y un breve beatbox son suficientes para impactar a su público en Bolivia, Perú o en Chile.
El paso del Homerun Tour por el Movistar Arena fue la consolidación de Londra a nivel local, a un año de debutar en el Teatro Caupolicán y a meses de llenar uno de los escenarios del Lollapalooza Chile, cuando aún no contaba con un álbum debut en las calles.
Espontáneo sobre el escenario, el cordobés que se asume “aburrido, perezoso y dormilón” en uno de sus éxitos (“Forever Alone”) es un tipo que ha logrado definir un show coherente, con una veintena de canciones que fueron seguidos por todo su público, el que solo tomó respiro en los momentos de rimas más veloces o cuando el trasandino repasó su feat. con Ed Sheeran (“Nothing On You”) y su reciente single “Party”.
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Durante la hora y 40 minutos que duró el show, el trasandino no soltó el micrófono y se paseó sobre una estructura de pilares LED, en un escenario donde solo estuvo acompañado por Alan Tajeda, el DJ y partner desde los años de enseñanza primaria, y un aro de basketball que sirvió para demostrar sus destrezas junto a un fan del público.
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Aunque aún queda mucho por recorrer, Paulo Londra ha logrado sostener su carrera sin caer en los vicios de otros exponentes el género urbano, como abusar de las referencias al sexo, la violencia y las drogas, y se ha valido de sus propias herramientas para situarse en un medio con un trap-pop más cercano al público sub 15 que ocupó más espacios en el recinto del Parque O’Higgins. Incluso, para muchos, este fue su primer concierto, y como experiencia, Londra pareció cumplir con creces.
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