“Tu humor no sólo nos hace reír, sino que también nos hace ver el mundo de otra manera”, dijo María Luisa Godoy antes de entregarle la Gaviota de Oro a Mauricio Palma, comediante que tuvo que ganarse la confianza de un público complicado.

Luego de la exitosa presentación de Backstreet Boys, Palma tuvo que sortear algunas pifias y tímidas reacciones a sus chistes, hasta que entró en confianza a punta de críticas hacia las instituciones o ciertas actitudes de los chilenos.

“¿Ya y si sacamos a los hombres que acosan a las mujeres? ¿Les gusta Chile? ¿y si sacamos a Carabineros?”, preguntó el comediante, logrando los primeros aplausos.

Aunque a ratos su rutina parecía flaquear, Palma retomó el pulso con algunos comentarios que conectaron con la audiencia que vivió su adolescencia en los ’80 y los ’90.

Sin embargo, y tras recibir la primera gaviota de Plata, el humorista logró conectar finalmente con la mayoría del público cuando llevó al escenario a su personaje Violento Parra, con quien realizó ácidas versiones de canciones de Los Jaivas y Los Prisioneros, con letras que hacían referencias a la clase alta, la dictadura y Lucía Hiriart.

Además se disfrazó de Freddie Mercury y bromeó al invitar al público a gritar “DesemplEO!”, de manera similar a la que hacía el recordado líder de Queen.

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Misia Lucia…

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Con esto, Palma logró conquistar al “monstruo” y fue premiado con una Gaviota de Oro. Para cerrar, realizó una breve intervención para hablar de feminismo y sobre cómo debe ser el rol de los hombres con un potente discurso.

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