Una figura en permanente paz arribaba a Chile justo al mediodía de aquel turbulento sábado 17 de octubre. Usando un par de zapatillas con terraplén y un par de anteojos al clásico estilo de su fallecido ex marido, John Lennon, Yoko Ono visitaba nuestro país por primera vez, invitada como apoyo a la campaña del -por ese entonces- precandidato presidencial Ricardo Lagos Escobar.
Las negociaciones para su visita comenzaron cuatro meses antes, cuando un correo electrónico que le llegó a Sergio Bitar -en ese entonces senador por Tarapacá- informaba sobre la visita de la viuda del Lennon a Argentina, donde presentó dos exposiciones de sus obras conceptuales. Su nombre figuraba en una lista de celebridades dispuestas a apoyar al candidato del PPD para las primarias de la Concertación y se asomó como una carta atractiva para la campaña.
La tarea de convencer a Ono de hacer una escala en Santiago recayó en el actual presidente del PPD, Heraldo Muñoz, plan que concretó tras dos días acompañándola en varias cenas y actividades al otro lado de la cordillera.
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Pinochet en Londres, Yoko Ono en Santiago
Su visita nunca fue oficialmente confirmada, por lo que muchos se sorprendieron cuando se anunció una conferencia de prensa en la que Lagos compartió con la artista japonesa.
Sin embargo, la visita se cruzó con una noticia que remeció al país: la detención de Pinochet en Inglaterra a las 8 de la noche del viernes 17. “Comprenderá que todos los periodistas estaban más interesados en preguntarme sobre eso y no sobre Yoko Ono”, recordó el ex mandatario en una conversación con Mónica Rincón en Marca Registrada.
La visita fue todo un agrado para el comando de Lagos: desde un principio se mostró de acuerdo con el itinerario propuesto por la Fundación Chile 21 y se quedó más horas de las presupuestadas, hasta el mediodía del domingo. Quienes acompañaban a Yoko sólo pidieron a los medios que no le preguntaran sobre la disolución de los Beatles o la muerte de John Lennon, temas que sí fueron consultados reiteradamente por algunos periodistas transandinos.
Tras una conferencia de prensa en una suite del Hotel Carrera, la artista plástica participó en un almuerzo en la Enoteca del Cerro San Cristóbal con distintos representantes del arte chileno, como el director del Museo de Bellas Artes, Milán Ivelic, el músico de Inti-Illimani, Jorge Coulón, la galerista Carmen Waugh y los pintores Samy Benmayor y Bororo. Luego, visitó La Chascona en el Barrio Bellavista, antes de dirigirse a Valparaíso, acompañada de su esposo Sam y su equipo.
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“Creo que al venir a este país y pasar por las calles principales, ver los edificios y la gente, uno siente algo. Y el sentimiento que tengo es que hay un parecido increíble entre lo que recuerdo de los países orientales de Asia de donde vengo, del Oriente de mi infancia. Recuerdo poesía que era hermosa y aquí sentí inmediatamente la poesía de la.gente”, comentó en una entrevista con La Tercera.
Uno de los que pudo conocer más a Yoko fue Francisco Brugnoli, por esos días el director del Museo de Arte Contemporáneo, que le comentó sobre el frágil estado del museo, aún en remodelación tras el terremoto de 1985.
“Ella me miró y me dijo: ‘Me gustaría pasar a verlo ahora’. Te imaginas, yo bajé del cerro corriendo al museo para arreglar todo. Unas horas después ella llegó, caminando desde el Parque Forestal, entró al hall, se detuvo largo rato y dijo ‘Quiero hacer mi muestra aquí’. Yo quedé estupefacto”, relató años después Brugnoli sobre la exhibición de las muestras “Ex it” y “En trance” que se concretaron un año después.
Tras conocer el MAC, Yoko compartió con varios fanáticos, entregando autógrafos y hasta se tomó fotos con un par de malabaristas.
En conversación con la prensa, Ono se mostró respetuosa sobre lo que pasaba con la detención de Pinochet: “No quiero comentar de su política en niveles de tanto detalle”.
Asimismo, manifestó su respaldo a Ricardo Lagos: “No lo conozco tan bien, no he tenido la oportunidad de conversar tanto ni tan extensamente con don Ricardo, pero tengo una muy buena impresión de lo que ha hecho. Probablemente esa lucha que tuvo la gente de Chile es lo que siento tan importante.
“La victoria que ustedes lograron como país por ustedes mismos ha afectado al mundo de una manera importante, aunque el resto del mundo no se dé exactamente cuenta de cómo lo ha hecho. Porque creo que el mundo es un cuerpo y cuando algo ocurre obviamente nos afecta a todos”, agregó en la conferencia de prensa.
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“Comprendí la historia de Chile”
Por esos días, Lennon también hacía noticia, debido a la edición de una caja con material inédito llamada The John Lennon Anthology. Aunque no estaba en sus planes hablar sobre su famoso marido, EMI aprovechó la ocasión para hacer algo de gestión de promoción y Yoko terminó conversando sobre el lanzamiento.
“Cuando Lennon estaba vivo y su voz se escuchaba en tiempo presente, el mundo era divertido y lleno de esperanza. Hoy, la gente está deprimida, asustada, confundida. Es un buen momento para mostrar su voz una vez más”, aseguró en conversación con El Mercurio.
En sus poco más de 24 horas, Yoko fue una figura que trajo de paz a un país en plena tensión. Para sus organizadores su visita aún es recordada con cariño, y por eso, fue recibida en grande en septiembre de 1999 cuando trajo sus instalaciones a Chile.
“No pensaba que era importante estar en Santiago hasta que estuve ahí, y comprendí la historia de Chile. No es mucho más lo que puedo decir, salvo que su ciudad me pareció muy hermosa”, comentó a La Tercera en 1998, donde descartó de paso que pensaba comprar una casa en nuestro país, rumor que circuló en algunos medios: “Bueno, yo dije eso. Pero no lo sé, no estoy segura todavía. Me gustaría conocer el mar, el océano chileno, por ahora”.
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