Jesucristo Superstar se estrenó en España el 6 de noviembre de 1975. Lo hizo en dictadura y dos semanas antes de la muerte de su principal artífice: Francisco Franco.

En un hito cultural que desafió las normas establecidas y las barreras políticas, el mítico Camilo Sesto -quien falleció en 2019, a los 72 años- no solo asumió el desafío de interpretar el papel de Jesucristo en la producción española, también corrió con todos los gastos, financiándola de su propio bolsillo.

Este acto audaz dejó una huella imborrable en la historia del teatro musical hispano; marcando el pie para decenas de reversiones a nivel mundial.

La raíz original de uno de los musicales más rupturistas de la historia

Jesus Christ Superstar (título original) es una ópera rock creada por el compositor británico Andrew Lloyd Weber y el letrista Tim Rice.

A Rice le inspiró una estrofa de la canción With God on Our Side, de Bob Dylan: “You’ll have to decide / Whether Judas Iscariot had God on his side” (Tendrás que decidir / Si Judas Iscariote tenía o no a Dios de su lado). 

Querían contar la historia desde la perspectiva humana.

“En los Evangelios, Judas es solo una figura caricaturizada que representa la maldad. Pero, sin Judas, no habría habido ninguna historia cristiana. Alguien tenía que traicionar a Jesús”, sostuvo Rice a The Telegraph en 2021.

La obra desafía las convenciones al explorar la relación entre Jesús y Judas y al poner en tela de juicio la divinidad del Mesías, aspectos que generaron controversia en su estreno.

“Me parecía que el sentido del cristianismo era que Jesús era a la vez hombre y Dios, por lo que tendría defectos humanos y dudas. De lo contrario, su sacrificio no tendría sentido. Por voluntad propia, no entramos en la resurrección. Así que, cómo te lo tomes, depende de tu fe”, expresó Lloyd Webber al mismo medio.

Portada de la revista TIME. 25 de octubre de 1971.

Para el director teatral Stephen Rayne, capataz de una de sus posteriores reversiones en las tablas, Rice y Lloyd Webber “quisieron reinventar la historia de los últimos días en la vida de Jesús de una forma contemporánea y original”, y para ello, “escogieron el rock, la música de la juventud y la rebelión“.

De esta forma, la historia, narrada íntegramente a través de canciones, explora la psicología y relaciones interpersonales entre Jesús, Judas, María Magdalena, sus discípulos, sus seguidores y el Imperio Romano.

“Era romper un poco esa imagen que nos habían enseñado de niños, que Jesús era el santo. Y Jesús era hombre”, recalcó Ángel García, presidente de la ONG Mensajeros de la Paz, en el documental Jesucristo Superstar: Hito en la historia del musical español.

Lanzado, en un inicio, como un álbum conceptual, el espectáculo se estrenó en Broadway el 12 de octubre de 1971 en el Mark Hellinger Theatre.

La producción original duró más de ocho años en la cartelera londinense, y para el momento de su clausura, tras 3.358 representaciones, se convirtió en el musical de mayor duración de la época.

Su primera adaptación cinematográfica llegó en 1973, con Ted Neely como Jesús, Carl Anderson como Judas Iscariote e Yvonne Elliman como María Magdalena.

La nominación más importante de la película, Banda Sonora en los Premios Oscar de 1974, tuvo entre sus postores a un músico chileno: Herbert W. Spencer, quien figuró en la categoría junto a Andre Previn y el propio Andrew Lloyd Webber.

La pasión de Camilo Sesto

En un viaje a Londres, el legendario intérprete español Camilo Sesto vio una función teatral y quedó embelesado por la trama y el contenido musical.

“Realmente se enamoró de la obra y el objetivo de traer el musical a España y además, hacerlo él, se convirtió en un motivo de vivir”, explicó a La Vanguardia Tatiana Rodríguez, guionista de la serie Camilo Superstar (2023).

Rodríguez sostuvo que, por aquel entonces, nadie creía posible que la obra quedase en manos de Sesto, quien “tenía una imagen de cantante melódico y no se confiaba que tuviera un registro para afrontar una ópera rock. Su carrera, decían, se iba a hundir“, aseguró.

Pero la voz tras Vivir así es morir de amor no cedió ante las presiones exteriores, incluso si venían de su propia discográfica.

“Fue muy arriesgado mi propio empeño en salir adelante, sin ningún tipo de subvención, patrocinio, sponsor ni ayuda económica. Fue únicamente mi propio bolsillo quien sufragó los gastos que costó la producción”, narró en el libro Jesucristo Superstar Ópera Rock: La pasión de Camilo Sesto, de la escritora Marta García Sarabia.

Hay medios que sostienen que habría invertido 10 millones de euros en la producción, pero Rodríguez asegura que la cifra fue más alta: alrededor de 17 millones. Casi 18 mil millones de pesos chilenos.

Créditos: ABC.

La noche de estreno, además de resultar un éxito, obtuvo buenas críticas.

Pero la presión de los sectores extremistas para que el público no comprase tickets provocó temor, y las funciones no llegaron a agotarse hasta la muerte de Franco, dos semanas después de la primera puesta en escena.

De allí en adelante, fue una sensación. Y tras cuatro meses en cartelera, Camilo Sesto dejó la función en el ápice del triunfo.

Para Tatiana Rodríguez, la obra no solo representó el “entrar en la España en color”, también marcó un antes y un después en la carrera del artista.

“Disparó aún más su popularidad fuera de España. Durante mucho tiempo siguió cantando Getsemani en sus directos y era la apoteosis de los conciertos”, enfatizó.

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