El descenso a la locura de Dillom en “Por Cesárea”: Un álbum que confronta el femicidio y suicidio, desafiando límites culturales

Por Juan Andrés Galaz Pinto

26.05.2024 / 07:00

{alt}

En el viaje hacia la serenidad, Dillom traza una senda que demanda una vida entera para recorrerse. En su obra "Por Cesárea", con sus doce composiciones, nos sumerge en un torbellino de emociones y temores, nos quiebra y luego nos recompone desde adentro. Sin embargo, al adentrarse en temas tan profundos como el femicidio en primera persona o el suicidio, despierta una polémica sobre los límites de las expresiones culturales.


Dylan León Masa, también conocido como Dillom en el mundo artístico, ha lanzado su segundo disco titulado Por Cesárea, una obra que ha dejado a la audiencia impactada y sumergida en un universo de reflexión y cuestionamientos.

El álbum, compuesto por 12 canciones, se presenta como una experiencia intensa que provoca una montaña rusa emocional en cada oyente.

El descenso

Dillom, desde sus inicios, ha destacado por su capacidad para generar propuestas innovadoras en el panorama musical, atrayendo a una fanaticada que valora su enfoque conceptual y su compromiso con un arte que no deja indiferente a nadie.

El primer tema, Últimamente, sirve como introducción a la narrativa que desarrolla a lo largo de Por Cesárea.

Este track inicia de manera relajada para luego sumergirse en una sinfonía que transporta al oyente a una historia intrigante y estremecedora. La letra explora temas profundos como el miedo, la angustia y la vulnerabilidad humana, utilizando metáforas y situaciones como el suicidio que invitan a reflexionar sobre la complejidad de la existencia.

Siempre atento a los ruidos, esperando lo peor.

Ni a mi peor enemigo le deseo la sensación

de ver la vida dependiendo de una mala decisión (…)

Escuché un ruido fuerte y fui a fijarme.

Subí a la terraza y vos estabas por tirarte”.

Estos versos ilustran el descenso a la locura del protagonista del álbum, quien se enfrenta a situaciones límite y perturbadoras, como el intento de suicidio de su madre frente a sus propios ojos.

Dillom en la canción Mentiras Piadosas de Por Cesárea

Las consecuencias de crecer con traumas que pueden dejar huellas irreparables

A medida que avanza el álbum, Dillom explora la vulnerabilidad y el miedo asociados con situaciones traumáticas que se experimentan en la infancia.

En el tema Cirugía, el protagonista se enfrenta a un personaje más poderoso y comienza a explorar las complejidades del amor y las relaciones de pareja, llevando a los oyentes a través de una montaña rusa emocional.

Según el mismo Dillom, este álbum tiene la intención de contar la historia de un personaje.

“Quería que el disco orbite alrededor de un personaje. De ahí fui confeccionando este personaje basándome en inspiraciones que tuve de cosas que me pasaron a mí o los pensamientos más oscuros que todos tenemos”, explica en entrevista con Manuel Buscalia.

Mi peor enemigo, soy yo mismo, nadie más que yo

El tercer track, Mi peor enemigo, aborda los problemas psicológicos del protagonista, destacando el autosabotaje y el dilema de ser bueno o repetir patrones negativos. La colaboración con Andrés Calamaro, con el coro repetitivo de la “vida pasa rápido”, ofrece una reflexión profunda sobre la velocidad de la vida y las decisiones que moldean nuestro destino.

Mentiras piadosas funciona como interludio y prepara el set para el ingreso en escena de la segunda invitada; es un interludio donde Dillom cede el protagonismo, explorando aún más los temas relacionados con la salud mental y los conflictos internos.

A pesar de su aversión a las colaboraciones, reconoce la importancia de la participación de Lali en La carie, donde ambos artistas destacan con un impactante efecto conjunto. La canción refleja el intento del protagonista por recuperarse, haciendo referencia a la medicación y los desafíos de encontrar estabilidad emocional.

Sin embargo, todo esto cambia en la mitad del disco, con Buenos Tiempos, que ofrece un cambio de tono, presentando un retrato de un joven que vive sin preocupaciones, sumergido en ritmo, drogas y fiestas, sin temor al juicio ajeno pero consciente de su mortalidad.

La canción concluye con un mensaje impactante cuando el protagonista se enfrenta a su reflejo en el espejo y descubre una nueva faceta: “matar, matar, matar…“. Esta frase finaliza el viaje emocional y psicológico, marcando el cambio en la trama.

La delgada línea que Dillom pisa constantemente entre lo correcto y lo incorrecto

Es cierto que Dillom busca relatar actos como el suicidio, la muerte, el homicidio o derechamente el femicidio. Sin embargo, no es el primero ni el único en abordar esta temática.

En conversación con CNN Chile, Osvaldo Lizama, periodista de música y espectáculos de Cooperativa, explica que artistas desde la década de 1930 ya vienen realizando canciones dedicadas a femicidios, en particular en el Blues.

“Existen muchas canciones de blues de la década del 30, del 40 y que se replicaron después a lo largo de los años que hablan precisamente sobre femicidio. Hay una canción de Jimi Hendrix, de 1967, que habla precisamente de matar a una mujer”, detalla Lizama.

Asimismo, Lizama explica que “no existen históricamente responsabilidades por parte de un artista a la hora de hablar de un determinado tema independiente del suicidio o el femicidio como tal”, sino más bien “la responsabilidad recae en quien la consume y en entender que lo que se está consumiendo es arte y no un mandato o una ley que haya que cumplir”.

“¿Querías conocerme?, vos seguime la corriente”

En la canción Muñecas, nos adentramos en la faceta más sombría de Por Cesárea, donde Dillom narra en primera persona la experiencia de un femicidio.

Aunque la canción comienza con un tono amoroso y trata sobre relaciones de pareja, este tono va transformándose a medida que avanza.

Muñecas ejemplifica el tema central que atraviesa todo el álbum, alcanzando su punto álgido en la máxima crisis que puede experimentar una persona antes de cometer un acto violento y definitivo que trasciende los límites de la vida.

“Quiero conocerte, cambiarías un poquito de mi suerte
Me imagino lo bonito que se siente (…)

Quiero tirarte agua caliente
Me gustaría verte atada a la cama sin que puedas moverte
¿Querías conocerme? Vos seguime la corriente (…)

Tenía pendiente tenerte en frente
Y con tu sangre llenar un recipiente
Quería romperte, quemarte, pegarte fuerte
Un poco disfruté de ver tu cuerpo inerte
No puedo evitar hacerte esto, aunque lo intente
Hay problemas que solo los soluciona la muerte”.

 

A pesar de lo impactante de la letra de Muñecas, Dillom aclara que las situaciones mencionadas a lo largo de Por Cesárea son ficticias y están en línea con lo que él busca transmitir a través de sus canciones.

Son cosas de las que uno no acostumbra a hablar porque por ahí ‘si digo esto quedo como un raro de mierda’, pero que quizás todos pensamos en el fondo”, comenta Dillom.

Por otro lado, Lizama también hace hincapié en la crudeza de Muñecas: “Es lo suficientemente impactante y cruda para hacer que el oyente tome conciencia de que lo que está escuchando no está bien“.

“No son palabras por ponerla, sino que está muy bien construida esa parte en términos rítmicos, pero me parece que es suficientemente cruda como para dejarle de que lo que está pasando ahí no es algo que se deba repetir o se deba hacer, o que él (Dillom) esté defendiendo”, agrega.

Déjenme solo, el mundo está en mi contra

Posterior a este inicio del fin, el protagonista del disco se sumerge en un delirio mental donde se siente perseguido por sus actos anteriores, como se refleja en Coyote, una de las canciones más eufóricas del álbum que da a entender que ya no hay marcha atrás.

“Ya mis secretos, todos los saben, ahCerré la puerta con triple llave, ahEstoy preparado pa’ que vengan a buscarmeNo soy boludo, ellos quieren medicarme”

Avanzando en el álbum, nos encontramos con Reiki y yoga, canción que apunta hacia el final de esta trama, insinuando que no terminará de manera favorable.

A través de estas canciones, Dillom muestra su agotamiento al seguir huyendo. La euforia de Coyote contrasta con un tono más sombrío aquí, culminando en la expresión de que es el fin para el protagonista.

En este viaje musical, Dillom busca contar una historia cruda que, aunque puede ser perturbadora, invita a la reflexión sobre cómo las experiencias pueden influir en nuestras vidas.

Dillom constantemente hace referencia a su diferencia espiritual y filosófica con algunos artistas en cuanto a la percepción del arte que él tiene.

Por ahí hay gente que lo ve más como un negocio, y no como yo lo veo, que es una forma de expresarse, de contar una historia, de transmitir algo, transmitir una emoción”, comenta.

Por ahora no me duele más

El álbum cierra con Ciudad de la paz, una canción más sosegada donde el tono de voz de Dillom es más tranquilo en comparación con temas anteriores como Coyote o Buenos Tiempos. Aquí, el protagonista decide quitarse la vida.

“Amanecí solo en un blanco vacíoTras un final, todo vuelve a comenzarNo sé bien si estoy despierto o estoy dormidoPero algo me dice que no hay vuelta atrás”

En el visualizer de esta canción, Dillom muestra cómo finalmente se conecta con su niño interior, encontrando la paz después de vivir eventos traumáticos que lo llevaron a la muerte.

“No es tu héroe”

Aunque Dillom en Por Cesárea aborda temáticas muy crudas, no es el primer ni será el último artista en realizar este tipo de expresiones culturales.

Según Osvaldo Lizama, los artistas en general deberían explicitar y explicar sus intenciones artísticas, más que solo lanzar una creación.

“Me parece que es la única forma, o la mejor forma que tienen los artistas, para asegurarse de que sus letras no se malinterpreten, o no sean entendidas como un mandato por el público”, comenta Lizama.

Finalmente, señala que la responsabilidad de hacer entender a las personas que escuchan estas canciones, y en el caso de menores de edad, recae en los padres o los cuidadores, quienes deberían tener el criterio de “moderar el consumo o hacerle entender que esto es una canción y no es lo que tú tienes que hacer“. Debe hacer entender que el artista o músico en cuestión “no es tu héroe“.