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Lesbiana y de origen costarricense, hizo su vida y su carrera en México. Se sentía azteca al punto que alguna vez dijo que “los mexicanos nacemos donde nos da la rechingada gana”. Hoy la cantante Chavela Vargas fue recordada en todo el mundo a casi una década de su fallecimiento.

Considerada una de las figuras fundamentales de la música Latinoamericana, interpretaba rancheras solo con su voz, rasgada, triste y tierna, acompañada de una guitarra. Desde joven, donde llegaba era inconfundible: vestía como hombre, con sarape -o poncho- rojo, fumaba cigarrillos, bebía mucho e incluso llevaba pistola.

Su versión de La lloronatributada en la exitosa película de Disney, Coco, es quizás uno de los homenajes que más le han dado popularidad en la historia reciente y entre las nuevas generaciones.

“Todo se comparte en la vida, menos una sola cosa que tenemos, que se llama soledad”, dijo la cantante antes de interpretar la canción Soledad en 1992.

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Siendo aún una niña, a la que llamaban “la marimacha”, se marchó de su natal Costa Rica a buscar la suerte en México. En el documental Chavela (2017), dirigido por Catherine Gund y Daresha Kyi, la cantante confesó que al principio se presentó “como mujer”, pero no tuvo el éxito que ella esperaba. Cuando optó por la vestimenta masculina, con la que se sentía realmente cómoda, comenzó a ser reconocida.

Considerada por muchos como la mejor intérprete del compositor mexicano José Alfredo Jiménez, tuvo amoríos con Frida Khalo e incluso un encuentro fugaz con la estrella de Hollywood Ava Gardner.

Su alcoholismo apagó el brillo de sus presentaciones hasta que tuvo un aplaudido regreso en 1993, con giras por España y una mítica presentación -y sueño cumplido- en el Teatro Olympia de París.

Desde entonces triunfó hasta su muerte, siendo velada en el Bellas Artes de México. Antes de partir, en el documental que lleva su nombre, afirmó que “creo mucho en los dioses mexicanos, creo mucho en la Cihuateteo, que es la diosa de la vida y de la muerte; en el Mictlantecuhtli, el señor de la muerte. Ellos te preparan para partir. Yo pienso que la muerte es algo hermoso”.

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