Carmelitas Descalzas del Cajón del Maipo

­Las religiosas Carmelitas Descalzas de la comunidad ubicada en San José de Maipo, en la Región Metropolitana, dieron a conocer una carta abierta en la que expresaron su apoyo a la propuesta de nueva Constitución elaborada por la Convención Constitucional (CC).

En la misiva, la congregación recordó sus orígenes, recalcando la importancia que tienen los pueblos originarios. “La nueva Constitución (…) reconoce a los pueblos indígenas como naciones, restituyéndoles, siquiera parcialmente, sus tierras, aguas, lengua y lo esencial, su dignidad, lo que es un gesto que dignifica a Chile“.

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Es justo poder darle el espacio que les es propio a nuestros hermanos de pueblos originarios que nos han permitido construir en unión con ellos, este hermoso país, llamado Chile”, agregaron.

Por otra parte, a las religiosas les parece “importante y destacable el artículo 67. En el punto 1: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, religión y cosmovisión y, en el siguiente 67.3, el ‘Estado reconoce la espiritualidad como elemento esencial del ser humano’; en ninguna otra Constitución se había hecho mención a esta dimensión trascendental del ser humano”.

La congregación también sostuvo que la propuesta constitucional “es ecológica, respeta y legisla sobre la naturaleza, como nos lo pide el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si, en que nos llama a respetar y amar la ‘casa común’, la tierra y los bienes naturales comunes. (…). La ecología y la higiene del alma son valores absolutamente necesarios en una sociedad como la de hoy, orientada hacia el consumo, el egoísmo y lo superficial, carente de solidaridad y empatía con el hermano”.

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Finalmente, recalcaron que la propuesta “es perfectible y se puede solucionar con el diálogo, el respeto y la buena voluntad, pero lo fundamental es que se constituye como un estado social de derecho; se concibe a Chile como una república solidaria, donde los derechos humanos, individuales y colectivos, son el fundamento del Estado; se estructura una democracia participativa, inclusiva y paritaria, además de regional, dándose un gran paso para que cada región pueda auto determinarse y desarrollar sus potenciales”.

“Si rechazamos la proposición de una nueva Constitución, estamos rechazando la posibilidad de dar un paso grande en el devenir de nuestro país“, concluyeron.

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