Por Joan Xavier Alemany

Con el correr de los años, los lanzamientos de equipos de alta gama han ido evolucionando hasta verse obligados a presentar una sola gran función distintiva para destacar entre la multitud, hasta ya quedarse casi sin opciones: pasamos por ultradelgados, pantallas infinitas, más cámaras, cantidades inmensas de megapíxeles. Hoy estamos -y seguimos- en la era de la pantalla plegable.

El diseño de estas tecnologías flexibles ha tenido ciertas barreras en su instalación, ya sea por su elevado precio, la incertidumbre sobre la durabilidad de la pantalla o bien porque su utilidad principal va ligada al tamaño de la pantalla y podría hoy para muchos no ser necesaria. ¿No fue lo mismo que pasó cuando llegaron las tablet (“es sólo un teléfono, pero más grande”)?

El Galaxy Z Fold, desde su primera iteración, ha ofrecido este salto a esa experiencia de uso diferente para entretenimiento, trabajo y gaming. Ahora, con el esperado Galaxy Z Fold 5 ha aparecido la tecnología en su mejor nivel. Analizamos este que es uno de los terminales más caros, lujosos y llamativos disponibles en Chile

Diseño

Este es el distintivo. Tenerlo en la mano sin duda crea una impresión interesante. Se siente pesado (253 gramos) al tenerlo cerrado, pero es una sensación engañosa ya que la mano lo siente como una “barrita” angosta. Esto lleva intuitivamente a tomarlo de un modo en que la palma haga que no se caiga y el pulgar descanse en el costado.

Teniendo presente que este será el uso en la gran mayoría del tiempo -pensando en que es complejo usarlo abierto al caminar-, hay dos muy bien pensadas funciones que ayudan a no sentirse incómodo en el uso diario. Primero, que el lector de huellas está en el botón físico de bloqueo/desbloqueo a la derecha, por lo que su lectura es inmediata al sostenerlo para encender la pantalla.

Sin embargo, en algunos momentos se volvió un arma de doble filo: el lector es extremadamente veloz y si bien se agradece, eso provocó más de una vez que el teléfono leyera 5 veces mal la huella al intentar acomodarlo en la mano con el dedo haciendo contacto parcial en ese costado, pidiéndome luego el Pin.

Lo otro es la excelente calidad de la pantalla externa misma: HD+ de 6,2 pulgadas, Dynamic AMOLED 2X, 120Hz de refresco y una extraña especie de ultrawide en horizontal o de infinita vertical (2.316 × 904, 23.1:9), por lo que es perfecta para el consumo de tipo scroll (WhatsApp, X, Instagram, correos, etc.) que tendrán más contenido visible en la primera pantalla. Y para juegos como Genshin Impact o COD Mobile, muchísimo más campo de visión.

Su talento más grande es la instantánea expansión de las apps que se están usando en el modo externo al desplegar el equipo, haciendo que las que sean responsivas se amplíen para ver más. Sus 12GB RAM y el procesador Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 personalizado para la alta gama de Galaxy hacen que se pueda lucir en esta tarea y que no existan demoras al adaptar una app a cada lado, incluso sumando una tercera en modo emergente:

Se trata en la práctica de una suerte de mini tablet de 7,6 pulgadas, 2176×1812, 21.6:18, 120Hz y activable en momentos específicos cuando te animas a abrirlo, pero con un mejor multitasking que, por ejemplo, en un iPad Pro pensando en la flexibilidad de tamaños y la posibilidad de controlar esta pantalla emergente sobre una pantalla ya duplicada.

Lo único malo es que no todas las apps se adaptan en viceversa, es decir, cuando están en esa pantalla abierta, al cerrar el teléfono y desbloquear la pantalla para continuar desde la externa, pedirá reiniciar la app advirtiendo que no está diseñada para adaptarse de manera inmediata.

En líneas más generales, el teléfono tiene todo lo que se espera de un acabado premium: aluminio y cristal en la estructura, tres cámaras armónicas en la parte trasera y una nueva bisagra que promete aumentar la durabilidad. Es, además, algo más delgado que su iteración anterior.

Experiencia de uso

Durante casi una semana lo llevé a todas partes para salir de algunas dudas razonables. En la oficina, hacia donde principalmente se dirige este monstruo de productividad, es insuperable para quien necesita y usa diariamente combinaciones de aplicaciones como Slack+WhatsApp o Mail+Navegador.

Poder ver ambas pantallas en paralelo en modo extendido es no sólo liviano de llevar, sino que muy útil para mostrar en reuniones o compartir apuntes entre compañeros de trabajo. Si bien las pantallas de los Note y la serie S ya lo conseguían, esta experiencia es verdaderamente funcional gracias al tamaño.

A brillo completo en modo adaptable, usándolo ininterrumpidamente con dos apps abiertas, juegos y videos, duró toda la tarde sin problemas antes de pedir una nueva carga.

Lo puse a prueba en otro escenario, el outdoor. ¿Puedes hacer trekking con él? Sí, pero con reparos. De alguna manera, al estar repartido su peso en menor superficie, no me resultó cómodo al no caber bien en bolsillos deportivos estándar y estar a punto de irse de cabeza.

Ahora bien, con las precauciones tomadas pude descubrir un hasta entonces impensado uso: tomar fotos y poder ver inmediatamente en grande los detalles de las mismas al desplegar el teléfono.

Con ello, quienes tengan los ojos más entrenados pueden sacar un set de fotos, abrir el teléfono, detectar si está todo bien, cerrar y reintentar la toma si es necesario. Cosas que hacen sentir que no es necesario portar un laptop o tablet en medio de un ascenso a la montaña para visualizar la calidad o el detalle.

El apartado técnico hace posible todo este trabajo artístico a un nivel bastante bueno, en especial el brillo de la pantalla que alcanza 1.750 nits y es Dynamic AMOLED, por lo que a la luz del sol no existen problemas de visionado.

Tiene tres cámaras a la par con este rango de precio: gran angular de 50 megapixeles, ultra gran angular de 12 megapixeles y el teleobjetivo de 10 megapíxeles. A zoom X3, las fotos salen bastante bien, más allá podemos ya observar algunos rasgos borrosos en ciertas condiciones.

En sus frontales encontramos dos cámaras: 10 megapixeles, cuya muesca ya se esconde mágicamente a simple vista como si fuera una gota de agua, y otra bajo la pantalla de 4 megapixeles.

Aquí algunas fotos que fueron tomadas con el Galaxy Z Fold5:

Finalmente, una de las gracias que personalmente más me gustaron: se pueden tomar selfies usando las cámaras traseras para obtener fotos de máxima calidad considerando que, al rotar el teléfono, frente a ti podrás tener los lentes apuntándote y al mismo tiempo la pantalla externa con la que puedes mirarte y sacar la foto perfecta.

Sin embargo, tuve un golpe de realidad al tratar de ejecutar estas selfies al aire libre. Primero, porque el teléfono se vuelve enorme y es prácticamente imposible controlar 7,6 pulgadas con una sola mano y a la vez disparar la foto. Y lo segundo, es la excesiva manipulación que requiere, entre seleccionar la opción de la App Cámara, rotar el teléfono, activar el desbloqueo que pide, acomodarlo en la mano sin que se caiga y recién tratar de hacer un encuadre con los dos brazos. Podría dispararse la foto con el S Pen, pero no lo incluye, por lo que sólo queda confiar en el temporizador.

Conclusiones

El Galaxy Z Fold5 es el mejor exponente de los teléfonos plegables en el mercado. Posee ya una fórmula probadísima a nivel de software que no provoca estrés al mezclar, rotar y dividir la amplia mayoría de aplicaciones de uso diario e incluso juegos que alcanzan el tope de FPS que cada cual permita.

Saltar a este tipo de terminales es volver a asombrarse con la innovación y también despertar las miradas de todos los que están a tu alrededor, aunque su precio de al lanzamiento lo dirige a los más entusiastas en vanguardia o al veterano que sabe lo que significa el plus que entrega alta productividad a nivel profesional.

Su construcción de aluminio resistirá perfectamente sin trizaduras frente a las caídas, su bisagra además lo hace resistir doblados accidentales más allá de los ángulos permitidos y su grosor parece justo considerando que debe ser alimentado con una amplia batería (4.400mAh).

Posee características de alta gama para competir de igual a igual con cualquier tope de línea, siendo la gran duda cuál es ese desequilibrante que lo hará ser preferido por sobre monstruos de gama alta como el S23 Ultra. Este es el teléfono para el humano multitarea, el trabajólico o el que sabe estrujar al máximo sus herramientas, por lo que la respuesta la tiene necesariamente el ritmo de tu vida (y tu billetera).

Dimensiones y peso

  • Plegado: 154,9 x 67,1 x 13,4 mm.
  • Desplegado: 154,9 x 129,9 x 6,1 mm.
  • 253 gramos.

Pantalla externa

  • HD+ de 6,2 pulgadas.
  • Pantalla Dynamic AMOLED 2X (2.316 × 904, 23.1:9).
  • 120 Hz.

Pantalla principal

  • QXGA+ de 7,6 pulgadas.
  • Dynamic AMOLED 2X Infinity Flex.
  • (2.176 × 1.812, 21.6:18).
  • 120 Hz, 374ppp.
  • 1.750 nits.

Procesador

  • Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 for Galaxy.
  • GPU Adreno 740.

Almacenamiento

  • 256 / 512 GB.
  • 1 TB.

Memoria RAM

  • 12 GB.

Cámara frontal

  • 10 MP, f/2.2 (pantalla exterior).
  • 4 MP, f/1.8 bajo pantalla (pantalla interior).

Cámara principal

  • 50 MP f/1.8, OIS.
  • 12 MP f/2.2 (UGA), 123º.
  • 10 MP f/2.4 teleobjetivo 3X.

Batería

  • 4.400mAh.
  • Carga rápida de 25W.
  • Carga inalámbrica 15W.

Conectividad

  • 5G SA/NSA.
  • LTE.
  • Wi-Fi 6E.
  • Bluetooth v5.3.
  • NFC.

Sistema operativo

  • One UI 5.1.1.
  • Android 13.

Otros

  • Sensor de huellas en el lateral.
  • USB tipo C.
  • Altavoces estéreo.
  • Certificación IPX8 contra agua y polvo.
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