Por Joan Xavier Alemany

Hablemos de gama alta. Sony, de por sí, tiene uno de los puntos altos en tecnología en cuanto a sonido y en la arena de la cancelación de ruido, los WH-1000XM3 son una alternativa incontestable por varias razones, más que nada por el tremendo avance respecto a su predecesor.

La idea de unos circumaurales de estas características es aislarte del entorno y dejarte disfrutar de la música sin tener que sacártelos en ningún momento, ya sea en el trabajo o en un viaje que supere las 3 horas. Y jugando en aquello, difícilmente pueden encontrarse puntos bajos.

Eso sí, como sabemos, no es un dispositivo barato y este análisis tiene como objetivo mostrarte qué hace bien y qué deberías considerar antes de comprarlo.

Diseño

En comparación al WH-1000XM2, lanzado al cierre de 2018, el WH-1000XM3 es algo más grande, así como también lo es el estuche: sobresale más de la oreja y, como es notorio, tiene una curvatura más pronunciada para la cabeza.

¿Es más cómodo? Mucho más. Habiendo usado durante casi un año el anterior, estos audífonos parchan perfectamente todo lo que causaba molestia en el uso prolongado.

El diseño es completamente sobrio, sin colores demasiado llamativos -salvo que ahora los detalles tienen un color cobrizo- y sin texturas en los paneles exteriores.

Eso puede ser bueno para el que tiene miedo de usarlos en la calle y busca no destacar demasiado, pero a mi parecer, la textura que buscaba emular el cuero del anterior le daba un toque de sofisticación que acompañaba una inversión de ese nivel.

La echo bastante de menos tomando en cuenta que el panel derecho es táctil y permite varias cosas: a través de swipes puedes controlar el volumen, avanzar y retroceder canciones, así como también pausar y reproducir la música haciendo tap.

Con la superficie lisa, esa ausencia de feedback al tacto cuando usas los comandos es -aunque funciona sin problemas- extraña.

No obstante, todo lo que pudiera llegar a ser objetable se compensa con una impresionante reducción de peso en los diafragmas.

Siendo francos, un upgrade en tecnología ya no es tan necesario como años atrás, con pocas funciones nuevas y ajustes marginales en los nuevos lanzamientos dentro de una misma gama. Eso incluye, computadores, smartphones, smartwatches, tablets, televisores y casi todo lo que existe en el mercado.

Sin embargo, al ponerme por primera vez los WH-1000XM3, como pocas veces, terminé impresionado. En el papel no es mucha la diferencia (son 20 gramos menos en comparación al predecesor), pero las orejas lo sienten claramente.

En mi caso en particular, se sintió casi como no tener nada puesto durante los primeros 40 minutos. Luego de eso, lógicamente comienzas a tomar conciencia de un leve aplastamiento de las orejas que no es molesto sino hasta que te acercas a las 2 horas de uso. Con el anterior modelo, ese aplastamiento -que no llega a ser disruptivo- lo sentías desde el minuto 1.

Funciones

Aquí este dispositivo se luce con todas las herramientas de la actual generación disponibles al conectarte por Bluetooth con los asistentes de voz incorporados: Google Assistant y Alexa. Con eso puedes consultar información y ejecutar cualquier comando de tu celular sin tener que sacarte los audífonos.

Pero hay algo molesto de lo que deberías tomar nota. El Adaptative Sound Control, que identifica si estás estacionado, vas caminando o vas en vehículo para ajustar el automáticamente el nivel de cancelación de ruido, también se convierte en un enemigo de la diversión en ciertas ocasiones.

Un escenario. Sales del vagón en una de las nuevas y profundas estaciones de Metro, el audífono detecta que vas caminando y la cancelación de ruido automática se activa. Lo sabes porque la música se pausa y suena un tono con un breve eco que persiste -e interrumpe la música- por dos segundos para avisarte del cambio.

Justo cuando vas pensando en lo amigable que es tu dispositivo, llegas a una de las muchas escaleras mecánicas, donde te detienes para subir. Nuevamente se activa el control adaptativo, nueva interrupción.

No hay problema, pero al volver a ponerte a caminar, se activa otra vez. Tono y pausa. Nueva escalera, tono y pausa. Vas andando, tono y pausa… ya saben cómo sigue por las otras 5 escaleras restantes. Así, en ese tramo, es absolutamente imposible disfrutar la música.

Es bueno que puedas modificar y establecer tus preferencias a través de la app Headphones Connect (disponible tanto en iOS como Android), con lo que puedes deshacerte de esa opción completamente si no tienes miedo de caminar con la cancelación a la máxima potencia, aunque sólo lo recomiendo en escenarios controlados porque siempre deberías estar alerta a tu entorno en la vía pública.

O bien, otra alternativa es usar el botón que está al costado del de encendido para variar entre la cancelación de ruido, sonido ambiente y el apagado. Así no sacas tu celular y dejas “anclada” la función que te acomode.

Ese, cabe reiterar, es el único escenario en el que encontré dificultades. En el resto de los hábitos diarios, como la oficina o mi tiempo en casa, no tuve absolutamente ningún reparo.

Responder una llamada puede, en un comienzo, convertirse en un acto de fe: fe en que se va a escuchar sin tener que hablar demasiado fuerte, considerando que tienes un micrófono puesto en la oreja.

Al consultar a mis contactos con los que hablé por esa vía, ninguno de ellos sintió que la conversación fuese un fracaso, incluso habiendo usado los audífonos para hablar en la calle, así que puedo decir que es un éxito.

Para destacar: tiene una batería espectacular. Te da 30 horas de autonomía que se carga a full en 3 horas y, si estás a punto de salir y te das cuenta de que no tienes batería, puedes enchufarlo con USB-C y en sólo 10 minutos tendrás para hasta 5 horas de reproducción.

Desempeño

En términos específicos, la cancelación de ruido es su principal punto fuerte y tiene una efectividad incontestable en ambientes con motores (viajando en bus, en avión o en auto), vibraciones (ruedas de la calle en general) y zumbidos (aire acondicionado, ventiladores).

Esas fuentes de ruido se eliminan de inmediato con sólo encender los auriculares, independientemente si hay o no música reproduciéndose.

No obstante, cuando hay personas conversando a volumen normal muy cerca de ti, o se trata de tonos más bien agudos, será necesario poner play a una canción para comenzar a evitar ese sonido.

Encenderlo no es sólo cuestión de cancelación, sino que también de energía. Con el cable estéreo de los audífonos conectado, al prender el aparato conseguirás una impedancia de 47 Ω (1 kHz), mientras que si lo apagas estará en 16 Ω (1 kHz).

También es se vuelve más potente cuando lo enciendes: 104,5 dB/mW versus 101 dB/mW cuando está apagado.

Su frecuencia va entre 4 Hz – 40.000 Hz con el cable y entre 20 Hz – 40.000 Hz en modo inalámbrico gracias al muestreo LDAC, una tecnología desarrollada por Sony para lograr establecer conexiones por Bluetooth que transmitan más datos y así poder llegar a reproducir las canciones en hasta 990 kbps a 96 kHz, un bitrate notable para un dispositivo de esta naturaleza.

¿Qué quiere decir eso último? Que, si tienes un teléfono de gamma alta y lo combinas con estos audífonos, serás capaz de escuchar el sonido por Bluetooth más completo del mercado.

Esa calidad no va atada exclusivamente a la construcción del diagrafma, ya que otros headsets pueden físicamente potenciar los bajos con parlantes más grandes y hacerte confundir eso con potencia o calidad de audio. No. Estos son datos.

Aquí afectan las dos cosas: primero, los diafragmas de polímero de cristal líquido y el aumento en tamaño (en comparación con el predecesor) producen un sonido más profundo.

Pero en segundo lugar, y la gran razón más importante del por qué suenan tan bien, es que circula hasta tres veces más información por el puente invisible que hay entre tu teléfono y los audífonos, produciendo tonos más claros, bajos más fuertes y, en general, un ambiente más envolvente. La canción se siente más “llena” en el oído.

EN SUMA

Los WH-1000XM3 no son los audífonos con mayor potencia en bajos dando vueltas, pero sí son de los más versátiles a nivel de ecualización.

Ponérselos es un gusto al tacto, el acabado es premium y de construcción resistente, justificando así el alto precio.

Son los que mejor han logrado acortar la brecha entre una conexión cableada y una inalámbrica gracias al Bluetooth 4.2 y la tecnología LDAC, dejando muy por detrás a la mayoría de otros dispositivos que prometen lo mismo.

Es la mejor opción para los que suelen ser pasajeros por largas horas, pero es bueno que sepas esto: si eres un usuario full inalámbrico, sólo verás una diferencia en calidad de sonido respecto a opciones más baratas si tu fuente de música tiene alta fidelidad (tener mp3 de buen bitrate o servicios pago de streaming configurados al máximo), así que, si no eres un audiófilo, puede que no necesites invertir tanto.

Si te urge escapar del mundo por un buen rato, necesitas alta fidelidad y no quieres enredarte con el cable estéreo, la opción es esta. Sólo no te duermas con ellos puestos, porque presionarlos contra tu cabeza genera un inevitable efecto sopapo que te despertará.


Ficha técnica:

Unidad de diafragma
40 mm, tipo cúpula (bobina de audio CCAW)
DSEE HX
Entradas
Miniconector estéreo
Respuesta en frecuencia
4 Hz – 40.000 Hz
Respuesta en frecuencia (comunicación Bluetooth®)
20 Hz – 20 000 Hz (muestreo de 44,1 kHz)/20 Hz – 40 000 Hz (muestreo LDAC de 96 kHz, 990 kbps)
Respuesta en frecuencia (funcionamiento activo)
4 Hz – 40.000 Hz
Funcionamiento pasivo
NFC
Longitud del cable
Cable de los audífonos (1,2 m aprox., hilos OFC [cobre sin oxígeno], minienchufe estéreo bañado en oro)
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