Puedes montar un flasmob en cualquier casa con dos cables y el dock en la mochila. Ese es el resumen de mi experiencia con Just Dance 2020 en Nintendo Switch, que celebra su décimo aniversario con un tracklist actualizado a los éxitos de hoy y el nuevo modo All Stars.
Y esta celebración es de las más diversas a nivel de plataformas que ha habido en el año: además de Switch, el juego fue lanzado para PlayStation 4, Xbox One, Google Stadia y Wii. Sí, el decano del motion controller, que tendrá aquí el juego que marca el fin de sus 13 años de vida.
La gracia de cada entrega, al igual que en cualquier gran festival de música, es ver qué artistas logran llegar al cartel y qué tan exigentes serán las rutinas que aparecen en escena. Ahora son 42 canciones diferentes en el repertorio, sumado a 12 variantes de las mismas con bailes más extremos o temáticos.
De las conocidas, sobran. God is a Woman de Ariana Grande, High Hopes de Panic! at the Disco, Taki Taki de DJ Snake con Selena Gómez, Ozuna y Cardi B son sólo algunos de los éxitos pegajosos al oído en los que ya tienes ventajas por conocerte el ritmo.
También hace aparición el auge del K-Pop que arremetió sobre el cierre de la década con temas como Kill This Love de Blackpink o I Am the Best de 2NE1. Y, cómo no, un viral: Baby Shark, que llega con elegante retraso a recordarte lo adictivo que fue el fenómeno que hoy supera los 4 mil millones de reproducciones en YouTube.
Y el gancho: el tema de Frozen 2.
Tiene, además, los modos ya probados y aclamados por la comunidad: el Sweat Mode, para sesiones en los que puedes jugar playlists más prolongadas y ver cuántas calorías quemas, y el Kids Mode, una selección de coreografías mucho más simplificadas y rítmicas para sumar a los niños.
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Dejarse llevar
Este es el escenario: llevas tu Nintendo Switch contigo, cables y accesorios incluidos. Vas a la junta de amigos y sugieres Just Dance para romper la rutina.
Todo es fácil y poder andar trayendo esa posibilidad a cualquier lado es un alivio por la sencilla razón de que es más cómodo de llevar a otras casas que una Xbox o un PS4.
Ahí es cuando el juego ha pensado en esto para el modo co-op, que es una de las dos formas de jugar localmente con dos (y hasta cuatro) personas, desde luego con un joy-con cada uno. La idea, ciertamente, es no competir, sino que ambos hacer lo mejor posible por conectar los movimientos y sumar puntos en conjunto. Una presión menos para los casuales.
Los nuevos no tardarán en darse cuenta de que no es como los juegos de timing de antaño como Guitar Hero, en el que te enrostraban constantemente tu fracaso en pantalla completa cuando fallabas varios inputs de manera encadenada.
Just Dance 2020 siempre te dice que lo has hecho bien y, cuando llegas a dominar completamente una coreografía, te muestra que eres todavía más sensacional. En otras palabras, nunca te va a desincentivar y todos van a terminar con algún premio al esfuerzo.
Al fin y al cabo, ese tono festivo es el alma del juego y, como me ha tocado ver, tendrá bailando a varias personas incluso sin controles en la mano, sólo por la alegría de compartir la experiencia.
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Los controles funcionan bien, aunque no es algo particularmente sobresaliente. Dependerá exclusivamente de ti hacer los saltos, giros y quiebres como se muestran en la pantalla, ya que una simple agitación o “latigazo” en determinada dirección puede ser contada como un movimiento perfecto durante el gameplay.
Si eres quisquilloso, al igual que en entradas anteriores, puedes tú mismo construir tus listas de reproducción y almacenar tus favoritas para bailar y desahogarte sin tener que escuchar los géneros que no te gustan o, eventualmente, evitar coreografías demasiado alejadas de tu estilo.
En cuanto a lo nuevo, el modo All Stars es una incorporación interesante para festejar la década de vida con un viaje a través de 10 planetas de Just Dance. Allí te tocará superar los temas y universos más icónicos de la franquicia.
Al final se desbloquea un tema exclusivo, algo que se convierte en el incentivo concreto más importante a nivel de recompensas dentro del juego. Lo malo es que este modo requiere conexión a Internet.
Con todo, el juego definitivamente no está dirigido para el que esté en duda de sus capacidades de baile o si cuestiona su fuerza de voluntad a la hora de mantener un hábito de ejercicio físico que implique pararse del sofá.
Además, sobre todo si estás pensando en el co-op o el versus local, necesitas al menos un metro y medio de espacio frente al televisor para jugar cómodamente, algo que no se da siempre en los departamentos de la capital.
Más allá de esas consideraciones previas antes de pagarlo, Just Dance 2020 sigue haciendo todo bien, sobre todo porque se ha expandido todavía más Just Dance Unlimited, una suscripción adicional de costo anual similar a un DLC y que incluye más de 500 canciones con temazos de anteriores entregas y otras exclusivas que vienen con ese plan.
Mi sugerencia es probarlo un mes -viene incluida la prueba por ese período- y ver si sigue siendo de tus juegos recurrentes. Es altamente probable que quieras seguir jugando más que eso considerando la cantidad de canciones. De hecho, el juego base parece un Demo al lado de tanta música en la suscripción de pago.
Finalmente, hay un punto inteligente en todo esto: existe un pase de 24 horas que cuesta menos de 2 mil pesos. Es decir, si no te convence pagar tanto por varios meses porque sientes que lo dejarás botado, pagar entre 4 amigos en una fiesta que repentinamente se decidió a jugar –por esa sola noche– un sinfín de géneros y canciones diferentes es uno de los tratos más convenientes que hay en toda la industria de las microtransacciones.
EN SUMA
Para los veteranos, hay que comprarlo tranquilo en Navidad. Para los nuevos es colorido, azucarado y lleno de premios, sólo requerirá de dos cosas: tolerancia y buena onda. La coreografías son diversas, desde los pasos tecno-extremos, pasando por lo ridículo-viral, hasta el meneo delicado, por lo que tienes que abrirte a la versatilidad, salir de tu estilo y de tu zona de confort para disfrutarlo al máximo. Pero lo reafirmo: no debes engañarte a ti mismo. Por más ganas que sientas por sumarte, debes evitarlo si no tienes espacio frente a la TV, si no te ves compartiendo tus pasos de baile con los demás o si no estás dispuesto a pararte a jugarlo por tu cuenta forma regular.
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