Para evitar estos incidentes, es fundamental la supervisión de los tutores, sobre todo durante la etapa de mayor exploración, cuando las mascotas son más propensas a masticar e ingerir objetos no comestibles.
La ingestión de objetos extraños es una de las urgencias médico-veterinarias más comunes y peligrosas, siendo los cachorros y gatitos las víctimas más frecuentes. Existe una lista infinita de elementos —desde un simple calcetín hasta un cuesco de palta— que pueden acarrear consecuencias fatales para las mascotas.
Alicia Valdés, académica de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile (Favet), subrayó que “la ingestión de cuerpos extraños es un problema frecuente en las clínicas veterinarias del país”.
Esto ocurre principalmente en su etapa de mayor exploración y desarrollo dental, son particularmente propensos a masticar e ingerir objetos no comestibles. Juguetes pequeños, pedazos de tela, plásticos, huesos, agujas, papeles y un sinfín de otras cosas pueden transformarse en una amenaza mortal una vez que ingresan al tracto digestivo del animal.
“La obstrucción intestinal es el riesgo más grave”, explicó la directora del Departamento de Ciencias Clínicas.
De hecho, detalló que un objeto atascado puede cortar el flujo sanguíneo en una porción del intestino, causando necrosis, perforación y una peritonitis séptica, que es una infección generalizada y potencialmente mortal.
La gran mayoría de estos accidentes pueden prevenirse con medidas sencillas pero efectivas. La clave está en la gestión del entorno del animal, especialmente durante sus primeros meses de vida.
¿Qué hacer?
Dentro de las recomendaciones, detalla la Dra. Valdés, se contempla una supervisión constante en lugares donde la mascota pueda acceder a objetos peligrosos. Asimismo, los tutores deben optar por adquirir juguetes diseñados específicamente para perros, de un tamaño que no puedan tragar y de materiales resistentes que no se deshagan en pedazos pequeños.
“La basura es muy atractiva para una mascota curiosa. Hay que asegurarse de que los basureros estén bien cerrados y fuera de su alcance. Así como también los calcetines, la ropa interior y los cordones de los zapatos, porque son algunos de los artículos más comunes que ocasionan este problema”, describió la experta.
Aunque una mascota tenga deseos de probar la comida de sus humanos, nunca se deben ofrecer huesos de pollo, cerdo o vacuno que se puedan astillar con facilidad. Los cuescos de durazno o de palta también son extremadamente peligrosos.
En el caso de los gatos, sienten debilidad por objetos lineales como hilos, lanas, elásticos y cables delgados. Su ingestión puede ser altamente mortal, ya que produce el plegamiento de una porción de intestino, lo que puede terminar en su perforación.
“Al igual que con los perros, elija juguetes seguros y supervise el juego. Además, preste atención a pequeños objetos que puedan caer al suelo, como aros, clips o botones. Los gatos tienen especial atención por objetos brillantes”, advirtió.
¿Cómo sospechar que mi mascota tragó algo indebido?
Los signos clínicos de la ingestión de un cuerpo extraño pueden ser evidentes o muy sutiles, por lo que es crucial que los tutores estén atentos a cualquier cambio en el comportamiento de su mascota. Las señales más comunes incluyen:
- Vómitos recurrentes, especialmente después de comer o beber.
- Pérdida de apetito o anorexia.
- Letargo y decaimiento: el gato o perro se muestra sin ganas de jugar o interactuar.
- Dolor abdominal, que puede manifestarse con quejidos al tocarle el abdomen, una postura encorvada o incomodidad al moverse.
- Cambios en las deposiciones: dificultad para defecar, estreñimiento o, por el contrario, diarrea.
- Babeo excesivo: el perro o gato elimina mucha saliva.
“Ante la más mínima sospecha, es fundamental no esperar y acudir de inmediato a un centro veterinario. No intente inducir el vómito en casa sin la indicación de un profesional, ya que podría empeorar la situación, especialmente si el cuerpo extraño tiene forma punzante”, instó la experta.
El diagnóstico generalmente requiere de un examen físico y el apoyo de exámenes imagenológicos como radiografías o ecografías. El tratamiento puede ir desde la endoscopía para extraer el objeto de forma menos invasiva, hasta una cirugía abdominal de urgencia.