Durante el invierno, es clave cuidar la salud íntima usando prendas adecuadas que permitan la ventilación y eviten la proliferación de hongos y bacterias.
El invierno no solo es una temporada en la que se deben prevenir las enfermedades respiratorias, sino que también es importante cuidar la salud íntima. Esto, porque en épocas de bajas temperaturas es común usar más capas de ropa y, en ocasiones, prendas ajustadas para mantener el calor. Sin embargo, esta práctica podría generar un microambiente cálido y húmedo en la zona genital, lo que puede derivar en afectaciones a largo plazo.
“El frío y la humedad pueden alterar el equilibrio de la microbiota vaginal, lo que aumenta el riesgo de infecciones ginecológicas”, advierte Sara Parada, directora de la carrera de Obstetricia de la Universidad Andrés Bello.
Esto, explica la experta, puede traducirse en problemas como candidiasis vaginal, vaginosis bacteriana, dermatitis o irritaciones vulvares.
Uno de los factores más relevantes en esta época es la ventilación. “El uso de múltiples capas de ropa y materiales sintéticos impide la ventilación natural, generando un entorno ideal para la proliferación de hongos y bacterias”, remarcó.
Por tanto, ña experecomendó evitar el uso de ropa ajustada durante la noche y preferir ropa interior de algodón, que permite la circulación del aire y absorbe la humedad.
Cuidado con el jabón y la ropa interior que usas
Respecto a la higiene, Parada aconseja realizar el aseo con agua tibia y evitar jabones con fragancias o componentes irritantes.
“No se recomiendan las duchas vaginales ni los jabones antibacterianos, ya que también alteran el equilibrio de la microbiota”, enfatizó. Asimismo, destacó que es importante secar bien la zona después del baño, cambiarse la ropa interior diariamente y hacerlo también luego de realizar actividad física o tras exponerse a la lluvia.
Por otro lado, la ropa interior que se elige también puede provocar algunas complicaciones. La matrona sugiere evitar materiales como encajes, lycra o poliéster en contacto directo con la vulva.
“En su lugar, el algodón sigue siendo el mejor aliado y el más seguro para estos meses fríos”, reiteró.
Finalmente, la profesional pone énfasis en las señales de alerta que podrían indicar que algo no anda bien: flujo vaginal anormal (abundante, con mal olor o grumoso), picazón, ardor, dolor, irritación persistente, inflamación o la aparición de lesiones. En estos casos, llama a consultar directamente con una matrona o una ginecóloga para una evaluación oportuna.