Evo Morales, ex presidente de Bolivia, busca ser el próximo senador por Cochabamba, su principal bastión político. Sin embargo, su candidatura ha quedado en suspenso tras la presión de diversos sectores al Tribunal Electoral del país para inhabilitar su postulación.
Entre las razones está el ser supuesto culpable de desencadenar la reciente crisis en Bolivia, que también marcó su renuncia a la presidencia. También por estar acusado por terrorismo y sedición, y por vivir fuera de Bolivia en medio de una orden de captura.
Durante la jornada, diversos medios bolivianos anunciaron que el organismo electoral había rechazado la postulación de Morales y también la de su ex canciller, Diego Pary, quien también compite por ser parlamentario. El Tribunal aclaró que todo está en análisis.
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Se suma, además, la amenaza de una de las principales organizaciones sociales de Bolivia, la cual manifestó que, en caso de habilitar la postulación del ex presidente, habrá un paro en toda la ciudad de La Paz.
La oportunidad de Evo Morales de competir en las elecciones generales del 3 de mayo ha vuelto a polarizar al país. Para miembros de su partido, el Movimiento al Socialismo, si no se permite al ex mandatario estar en la papeleta, sería un “mega fraude” y una falta a la democracia.
Por otra parte, los opositores aseguran que, si se le autoriza a competir, se estarían infringiendo las normas electorales y demostraría que el MAS tiene coaptadas algunas instituciones del país. El Tribunal Electoral señaló que su decisión estará disponible tan pronto sea posible, pues quedan menos de tres meses para los comicios.
El foco en Bolivia también está centrado en quién será el nuevo presidente o presidenta del país. La última encuesta revelada por el centro de investigación Ciesmori afirmó que justamente es el ex ministro de Economía de Morales, Luis Arce, quien lidera las preferencias con un 31,6% de intención de voto.
Le siguen el ex mandatario y ex vocero de la demanda marítima boliviana contra Chile, Carlos Mesa, con un 17,1%. En tercer lugar, la presidenta interina, Jeanine Áñez, con un 16,5%.
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Es decir, el candidato del partido de Morales practicamente dobla en porcentaje a cualquiera de sus máximos perseguidores, lo que demuestra que la presencia del MAS aún es importante en Bolivia, pese a la crisis y a la salida de Evo del sillón presidencial.
En uno de los primeros actos de campaña, y desde Argentina, el ex jefe de Estado aseguró que tarde o temprano el movimiento plurinacional volverá al poder.
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