La explosión que se generó en una fuga de combustible en Hidalgo, México, dejó decenas de muertos, los cuales ahora deberán ser sepultados. Sin embargo, en la ciudad mexicana el problema pasó a ser dónde enterrarlos.
Los funerales de las 95 personas que fallecieron se realizan a contrarreloj, pues en los cementerios locales no hay más espacio para enterrarlos, mientras que aún hay decenas de desaparecidos.
El presidente municipal de Tlahuelilpan, Juan Pedro Cruz, ha solicitado un terreno adyacente al cementerio de la ciudad, pues no hay más espacio para seguir enterrando fallecidos.
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“Afortunadamente existía un baldío, en el sentido de que eran tierras de cultivo donde acababan de sacar la cosecha”, agregó Cruz.
Los habitantes de Tlahuelilpan siguen su búsqueda en “La Zanja”, como le han llamado al espacio en donde fallecieron más de 90 personas y donde aún se pueden hallar restos.
De acuerdo a un informe de Pemex, el robo de combustible en el estado de Hidalgo ha crecido exponencialmente. Solo en 2016, por ejemplo, se detectaron 344 tomas clandestinas similares a “La Zanja”, mientras que en 2018 aumentaron a 2.121.
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