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El arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, confirmó su salida del Consejo de Cardenales, más conocido como el “C9”. Asimismo, el fiscal Sergio Moya confirmó que citará a Errázuriz como imputado por encubrimiento de abusos sexuales.

El “C9” es un consejo que creó el Papa Francisco en 2013, para que lo asesorara en la Reforma de la Curia, que es el gobierno central de la Iglesia Católica en el Vaticano. Francisco Javier Errázuriz fue miembro de este organismo por 5 años, y ahora que terminaba su periodo existía expectativa sobre cuál sería su decisión: pedir prórroga y continuar, o definitivamente dejar el puesto.

Así lo explicó el académico de la Universidad de Chile, Álvaro Ramis, quien aseguró que Errázuriz “va a pasar muy mal a la historia”.

“Cómo se fueron conociendo las denuncias, cómo se fueron procesando y cómo fueron llegando a la opinión pública, se explican porque él no actuó con diligencia; al contrario, él fue parte de un sistema, que ya venía funcionando antes, pero que él agravó porque fue legitimando esa práctica“, explicó Ramis.

Además, el teólogo aseguró que Errázuriz “protegió la institución y se olvidó de las víctimas”.

“Ahí se produce un programa, un proceso, de corrupción institucional, y eso es lo que hoy día hay que enmendar. El vínculo con el nuncio está también ligado al cardenal Ezzati, que fue su sucesor y anterior asesor. Esa triada entre el nuncio, Ezzati y Errázuriz crearon ese sistema que finalmente hizo agua

Declaración del ex obispo Barros

Este miércoles, el ex obispo de Osorno, Juan Barros, declaró ante fiscalía en calidad de imputado, por encubrimiento de presuntos abusos sexuales al interior de la Iglesia Católica.

En específico, Barros llegó a declarar en los que respecta al caso del ex capellán de la Fuerza Aérea Pedro Quiroz, cuyos presuntos delitos de abuso sexual habrían ocurrido entre 2004 y 2015.

A diferencia de la primera vez que llegó a dar declaración, en esta oportunidad no se acogió a su derecho a guardar silencio y “contestó todas las preguntas”, como señaló el fiscal del caso, Sergio Moya.

En relación a esto, el académico Álvaro Ramis señaló que la actitud de “despreocupación” que mostró Barros al asistir a la audiencia daba a entender, en palabras de la filósofa Hannah Arendt, “la banalidad del mal”, en el sentido de “tomar muy liviano una situación muy grave”.

“Pero hay que entenderlo desde el punto de vista de su teología, de su racionalidad religiosa”, agregó Ramis, “que considera que cuanto más atacado es, él se convierte en un mártir, y por lo tanto ofrece su dolor al señor”.

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