Aunque queda más de un año para la próxima elección presidencial en Estados Unidos, el Partido Demócrata ya tiene más de 20 precandidatos para disputar la Casa Blanca con Donald Trump.
Entre todos ellos, hay uno que ha dado especialmente mucho que hablar. Se trata de Pete Buttigieg, alcalde de South Bend en Indiana y abiertamente homosexual.
Según la última encuesta, si las elecciones presidenciales fueran hoy, Buttigieg le ganaría por un margen de 0,4 puntos a Trump. El mismo sondeo indica que, si bien el 70% de los estadounidenses está abierto a votar por una persona homosexual, sólo el 36% cree que el país está preparado para eso.
Sin embargo, ya es bastante promisorio que un candidato haya subido de 1 a 6 puntos en tan sólo dos meses. Sobre todo cuando ese candidato ha hecho más de una aparición pública junto a su marido.
Pete Buttigieg junto a su esposo en la portada de la revista Time.
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La estrategia del presidente Trump ha sido no atacarlo por su homosexualidad, sino por su juventud y supuesta inexperiencia.
“Creo que es fantástico”, dijo respecto a su orientación sexual. “Es algo con lo que quizás alguna gente tenga conflicto, pero yo no, en absoluto. Creo que está bien”, aseguró.
Quien se ha encargado de cuestionar a Buttigieg por su homosexualidad ha sido el vicepresidente Mike Pence, el más conservador del gobierno. El precandidato, por su parte, le respondió que “si ser gay fue una opción, fue una opción que se tomó lejos de mí. Y eso quisiera que Mike Pence y el mundo entendieran. Si tienes problemas con quién soy, tu problema no es conmigo, es con mi creador”.
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