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En abril de este año y a semanas de la llegada del coronavirus a Chile se dio una polémica entre el gobierno y las autoridades de Argentina, luego que el presidente trasandino Alberto Fernández comparara la estrategia utilizada en su país con la chilena.

Tras esto, desde La Moneda enviaron un informe titulado “Coronavirus: Chile versus Argentina”, en el que comparan cifras de ambos países y concluye que el avance del virus había sido peor del otro lado de la cordillera.

Hoy, las relaciones “están bien” entre las dos naciones, aseguró el embajador de Chile en Argentina, Nicolás Monckeberg. “El presidente Sebastián Piñera ha hablado por lo menos cuatro veces con el presidente Fernández y aquellos impasse que dieron noticia el primer semestre se han ido dejando atrás“, agregó.

Además, Monckeberg explicó las diferencias entre las estrategias adoptadas por cada país, apuntando que en el caso trasandino la cuarentena ha sido demasiado larga por lo que los mismos ciudadanos habrían comenzado a exigir mayor flexibilidad.

El agotamiento de la gente fue creciendo tanto o más rápidos que los contagios“, señaló.

Asimismo, aseguró que aún aplicando una cuarentena estricta por tanto tiempo, de todas formas se ha visto un aumento de casos. “La cuarentena no logró aplanar la curva en todo este tiempo. Es una estrategia además que tiene un costo desde un punto de vista económico gigante”, añadió.

Finalmente, aseguró que una de las primeras visitas al extranjero que realizará el presidente Fernández será a Chile.

“Me dijo a mí y al presidente Piñera que tan pronto como la frontera se abra él va a priorizar una visita a Chile“, afirmó.

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Latam Argentina

Por otro lado, el embajador se refirió al caso de la aerolínea Latam y el fin de sus operaciones en Argentina, situación que dista de la reestructuración que la compañía pudo llevar a cabo en otros países.

Así, 1.715 personas quedaron sin su fuente de ingresos, las que ahora el gobierno busca resolver cómo ayudar.

Monckeberg aseguró que el problema en su reestructuración estuvo en que “la contraparte eran los sindicatos interempresas, básicamente de aerolíneas argentinas, su principal competencia. Ahí uno ve que el modelo no funciona, porque si yo tengo que llegar a un acuerdo con mi competencia las exigencias de ese acuerdo son mucho más complicadas”.

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