El Presidente Donald Trump encabezó los actos de homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001. El mandatario se trasladó hasta Pensilvania, donde cayó uno de los vuelos secuestrados por los terroristas hace 17 años.
Allí, Trump aseguró que su país nunca se someterá a la tiranía del extremismo y valoró el actuar de los pasajeros de aquel vuelo que evitaron que el avión se estrellara en Washington:
“Hoy todo Estados Unidos se une. Cerramos nuestros brazos para ayudarlos a soportar su dolor y gran tristeza. Sus lágrimas no se derraman solas, son una pena compartida por todo un país. Lloramos juntos por cada madre y padre, hermana y hermano, hija e hijo, que nos robaron en las Torres Gemelas, en el Pentágono y aquí, en el campo de Pensilvania. Honramos su sacrificio al prometer nunca rendirnos frente al mal y hacer lo necesario para mantener a EE.UU. a salvo”.
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Más temprano, en Nueva York, se recordaron a las víctimas de las Torres Gemelas. Como ya es costumbre, unos mil familiares, bomberos, policías y funcionarios se reunieron junto a las dos enormes fuentes del memorial del 9/11.
Luego, de pie en la explanada frente al museo que recuerda las víctimas de los atentados, los asistentes realizaron varios momentos de silencio: el primero a las 8:46, hora exacta en la cual los secuestradores del vuelo 11 de American Airlines estrellaron la nave.
Los actos también se realizaron en el Pentágono, donde otro avión secuestrado se estrelló en uno de los costados del edificio.
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