La Fundación Teatro a Mil, el Museo Precolombino, el Museo Violeta Parra, Matucana 100, el Teatro Regional del BioBío y Balmaceda 1215, sufrirían la reducción de un 30% del aporte anual que hace el Estado a través de la Ley de Presupuestos.
La noticia fue dura para las seis instituciones culturales afectadas, que estructuran sus programas de acuerdo a ese financiamiento estable. La directora ejecutiva de la Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero, dijo en la entrevista de Tomás Mosciatti que no saben a qué se debe la reducción y que han emplazado al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, a reunirse con ellos para discutir las razones.
“Peleamos mucho por tener un Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y empieza a funcionar y se transforma en una mala noticia”, comentó. Y agregó que “si quisiéramos fondos concursables, pongamos un servicio, no necesitamos un Ministerio para eso”.
Además, desmintió que la agenda cultural no aporte al Producto Interno Bruto (PIB): “Contribuye un 2,2% del PIB, no hay razón para no invertir”.
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Consecuencias de la reducción
Romero enfatizó en la necesidad de las instituciones culturales de tener fondos estables, y no concursables.
Con la noticia, se verán comprometidos los programas que la fundación realiza durante el año y la capacidad de llegar a regiones. “Todas las instituciones tendremos que mirar qué hacemos con nuestro personal”, dijo también Romero.
Por ahora, la fundación ya tuvo que rechazar a una compañía francesa para el gran número de cierre de Santiago a Mil, así como otros cuatro espectáculos.
“Es tiempo que los parlamentarios suban el presupuesto de Cultura, porque las instituciones necesitan fondos estables para poder funcionar”, comentó.
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