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Un histórico fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en contra del Estado de Ecuador ha entregado algo de tranquilidad a la madre de una adolescente que se suicidó tras denunciar violación en el colegio.

El organismo ordenó al Estado indemnizar a la familia por ser responsable de la “violación de los derechos a la vida, la integridad personal, la protección a la honra y dignidad y educación” de Paola Guzmán, quien se quitó la vida en 2002, a los 16 años.

La joven fue acosada y violada por el vicerrector del establecimiento educacional al que asistía, según las investigaciones.

María Fernanda Álvarez, representante de la procuraduría de Ecuador, sostuvo que “ofrezco, en nombre del Estado ecuatoriano, disculpas públicas por aquellas acciones u omisiones del Estado, que hayan ocasionado violaciones a los derechos de Paola Guzmán”.

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El estado ecuatoriano reconoció ante la corte que no implementó medidas para investigar y sancionar a los responsables. El presidente Lenín Moreno informó que ejecutará las sentencias, en las que dispone de tratamiento sicológico para la madre y su otra hija.

Junto a esto, debe realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad, la entrega de forma póstuma del grado de bachiller a Paola y la indemnización económica.

En tanto, la madre de la joven, Petita Albarracín, sinceró que “ya puedo descansar en paz, estoy tranquila y ella va descansar bien, ya es de lo último que luché por ella”. Además, recordó que su hija fue amenazada para no denunciar

Ella llegó a la CIDH luego de que en 2003 denunciara Bolivar Espín, el entonces vicerrector del Colegio Público Miguel Martínez de Guayaquil, quien la habría obligado a mantener relaciones sexuales a Paola por subir sus notas, acusaciones que él negó.

En 2005, la justicia ecuatoriana calificó el delito como estupro, ya que se investigó como si la menor hubiera recurrido al hombre para ofrecer servicios sexuales a cambio de mejores evaluaciones. En 2008 la causa había prescrito.

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