La Corte Constitucional de Ecuador aprobó el pasado 28 de abril la despenalización del aborto en caso de violación para todas las mujeres del país.
Un fallo que fue celebrado por grupos de activistas de mujeres que indican que es un gran avance en materia de derechos, siendo catalogado como un hito histórico. Todo esto mientras sectores conservadores creen que esta iniciativa atenta contra la vida del que está por nacer.
Ana Vera, abogada que ha defendido a decenas de mujeres víctimas de violencia en dicho país, plantea que dictamen es un gran paso para que no sean criminalizadas o sometidas a penas de entre 6 meses a 2 años de prisión.
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“Esto va a modificar la vida de muchas mujeres y niñas que son sometidas diariamente a maternidades forzadas o al aborto en la clandestinidad”, plantea.
En Ecuador, según Fiscalía, entre el 85 y el 90% de agresores es parte del núcleo familiar o conocidos de las víctimas.
Por otro lado, la Corte estimó que su decisión se basa al considerar la inconstitucionalidad de un artículo del Código Penal que limitaba la posibilidad de abortar en casos de violación solo a mujeres con discapacidad mental. Algo que fue tachado de discriminatorio.
“Es una decisión de cada mujer, nosotras somos personas con dignidad y no somos objeto de reproducción únicamente, no somos incubadoras”, añade Vera.
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Por otro lado, los grupos antiaborto rechazaron el fallo y la Conferencia Episcopal se mostró preocupada por este acontecimiento.
Cabe señalar que el fallo de la Corte tiene efecto inmediato y ahora la asamblea deberá aprobar el proyecto de ley que regule la interrupción de embarazo ajustado a los criterios del fallo.
El presidente Lenín Moreno y el presidente electo Guillermo Lazo, anunciaron su respeto al dictamen.
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