Un grupo de más de 680 personas fueron arrestadas en fábricas de Mississippi, Estados Unidos, en la que sería la mayor redada de la última década.
Esto ocurre el mismo día del inicio de clases, por lo que muchos niños volvieron a sus casas y no encontraron a sus padres.
Algunas escuelas ofrecieron albergues para estos menores que hayan quedado por su cuenta.
Jordan Barnes, el dueño de un gimnasio, fue uno de los que facilitó su establecimiento para resguardar niños. Aseguró entender “la ley y cómo todo funciona y cómo todo tiene un sistema. Pero todos necesitan resguardar a los niños primero y, más importante, sus mentes“.
“Eso es lo que hemos intentado hacer aquí, les hemos dado un lugar donde quedarse“, agregó Barnes.
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Las autoridades han señalado que esta redada estuvo planeada desde hace un tiempo, por lo que sólo sería coincidencia que ocurra a días de la tragedia de El Paso, donde la comunidad latina ya había sido impactada.
El canciller de México, Marcelo Ebrard, aseguró que prestará ayuda a los mexicanos que hayan sido deportados, al mismo tiempo que presentará una solicitud ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para revisar los centros de detención en EE.UU.
Las Fuerzas de Inmigración y Control de Aduanas han intensificado su despliegue desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, realizando una serie de redadas a gran escala en plantas de procesamiento de alimentos y centros de jardinería en los últimos años.
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