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Este miércoles se llevó a cabo la segunda tanda del debate demócrata organizado por CNN, instancia en la que los otros 10 precandidatos enfrentaron sus posturas.

Todos contra Joe Biden pareció ser la tónica de la noche. La mayoría de los candidatos atacaron al ex vicepresidente, quien es el que tiene mayores posibilidades de ser el nominado de acuerdo a las encuestas.

Las mayores críticas a su persona se fundamentaron en la implementación de deportaciones masivas durante el gobierno de Barack Obama.

“¿Dijiste que esas deportaciones eran una buena idea o fuiste ante el presidente y le dijiste que esto es un error, que no deberíamos hacerlo?”, le preguntó Bill de Blasio.

Biden respondió que no hablaría públicamente sobre el consejo que le dio a Obama en privado sobre el tema, y ​​fue entonces cuando continuó Cory Booker: “Invocas al presidente Obama más que nadie en esta campaña; no puedes hacerlo cuando sea conveniente y luego esquivarlo cuando no lo sea”.

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Ir contra Biden es ir contra Obama, que es la figura demócrata por excelencia: ¿es esa una estrategia inteligente?

Algunos piensan que sí, porque el resto de los precandidatos tiene que aislar a Biden si quieren ser la opción del Partido Demócrata.

La elección del año 2016 demostró que cada vez la gente está votando más por las personas que por los partidos. De hecho, un grupo importante pasó de votar por Obama a votar por Trump.

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