La toma de la Casa Central de la Universidad Católica fue depuesta durante esta jornada, tras llegar a un acuerdo entre el rector y las estudiantes.
La vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Araceli Farías, califió de “acuerdos mínimos” los estipulados para el fin de la toma, y sostuvo que “esta no es una movilización que se detiene con una toma”.
Farías recordó que hay tomas estudiantiles feministas que llevan más de un mes y otras que se han bajado tras lograr que se aceptara su petitorio.
También valoró los partes por acoso callejero que se cursan en comunas como Recoleta y Las Condes, lo que las hace sentir que el movimiento feminista se desarrolla “a una velocidad que ni siquiera nosotras mismas nos imaginábamos”.
Sobre las siguientes movilizaciones, especialmente la de este viernes 1 de junio, comentó que “se está haciendo un llamado multisectorial no sólo a las mujeres estudiantiles, sino que también a la mujer trabajadora”, ya que “es importante vincularla a la lucha feminista y que se sienta parte de ella”.
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