Este miércoles 11 de septiembre la Universidad de Chile llevó a cabo en el Salón de Honor la ceremonia oficial de conmemoración del golpe de Estado, instancia en la que hizo entrega de cuatro nuevos títulos póstumos y simbólicos a estudiantes detenidos desaparecidos y ejecutados políticos por la dictadura cívico-militar.

El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, hizo un llamado a reflexionar “en torno a aquello que se ha intentado tan enconadamente esconder: por qué mataron a nuestros cuatro estudiantes. Mientras no tengamos esa conversación, el país seguirá vagando entre una falsedad y otra. Cuando logremos que todos los detenidos desaparecidos y ejecutados vuelvan a estar vivos en la verdad de lo que les ocurrió, podremos volver a conversar como país”.

En la instancia, además, se anunció la creación de una Política de Verdad y Memoria al interior del plantel universitario, en el marco del compromiso institucional con la memoria, la verdad, la justicia y la reparación que ha venido desarrollando durante los últimos años.

“Queremos anunciar que impulsaremos a nivel institucional una Política de Verdad y Memoria para la Universidad de Chile, lo que implica desarrollar esfuerzos de largo plazo, coherentes y coordinados para preservar su historia bajo la dictadura y, sobre esa historia, proyectar un futuro que garantice que nunca más hechos de violencia se instalen institucionalmente en nuestra Universidad”, informó la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran.

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De esta manera, la iniciativa implicará desarrollar esfuerzos a partir de un trabajo transdisciplinario que permita preservar la historia del plantel bajo la dictadura cívico-militar, y tomar medidas de reparación y memoria en el ámbito del patrimonio, los archivos y la investigación, entre otros.

Los y las distinguidas en esta ocasión fueron las detenidas desaparecidas María Isabel Beltrán Sánchez, estudiante de Pedagogía en Música, y María Cecilia Magnet Ferrero, estudiante de Economía Política; el detenido desaparecido Ramiro Carlos Gonzáles Gonzáles, estudiante de Medicina; y el ejecutado político Iván Renato Pérez Vargas, estudiante de Sociología.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, señaló que “uno no puede dejar de pensar en cuántas vidas apagó la dictadura, cómo esa herida nos sigue lacerando y sigue provocando dolor en esta sociedad, en este Chile que se construyó en la medida de lo posible”.

Pizarro señaló que lo anterior “no sólo significaba impunidad para los genocidas, era igual a la ausencia de derechos, era igual a la falta de felicidad del ser humano, era igual a condenarnos a la desgracia de vivir en la carencia, en la represión y en la marginalidad a la inmensa mayoría de la población”.

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Por otro lado, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, aseguró que “el honor, el compromiso, la consecuencia de la Universidad de Chile, es destacable en estas tres ceremonias, donde no sólo quienes murieron o desaparecieron son reconocidos, sino también quienes combatieron el terrorismo de Estado y quienes hemos luchado por la memoria”.

“Esta ceremonia cobra más sentido cuando hay un fascismo lanzado a las calles, el negacionismo, y lo que ha hecho este gobierno al no rendir homenaje o conmemorar a un presidente elegido constitucionalmente”, agregó.

Este grupo de estudiantes se suma a los 112 que recibieron la distinción en abril y septiembre de 2018, en la primera y segunda entrega de este reconocimiento por parte de la Universidad de Chile.  

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